27 % DE ADULTOS AFECTADO POR ENFERMEDADES CARDIACAS EN 2015
$229 millones fue el gasto en salud en El Salvador en 2015. Estudio revela que uno de cada cuatro salvadoreños está propenso a desarrollar insuficiencia cardíaca.
¿Alguna vez ha sentido que al respirar le falta el aire, se le hinchan las piernas, tiene sensación de fatiga con la rutina diaria, se despierta con sensación de ahogo por las noches o madrugadas? Pues preste atención, porque esos son avisos de que usted puede sufrir síntomas de una insuficiencia cardíaca.
La insuficiencia cardíaca es la incapacidad del corazón para bombear sangre suficiente al cuerpo. Y es que el cuerpo necesita sangre oxigenada para funcionar adecuadamente: cuando el corazón no bombea esa sangre, el cuerpo activa algunos sistemas para compensar toda la falta de oxígeno y de sangre que no está supliendo el corazón y es cuando comienzan a manifestarse algunos de los síntomas anteriormente expuestos.
En El Salvador las cuatro principales enfermedades cardíacas (hipertensión, fibrilación auricular, insuficiencia cardíaca e infarto al miocardio) afectaron a la población adulta en un 27 %, según el estudio “La carga económica de las enfermedades cardíacas en América Latina”, el cual fue realizado por Deloitte Access Economics - Australia, con especialistas clínicos de la región con la colaboración de Novartis.
“El impacto es gigante. Estas enfermedades cardiovasculares en El Salvador, por ejemplo, para 2015 fueron $229 millones (atenciones en general) en estas cuatro enfermedades cardiovasculares... eso es bastante. Normalmente de los gastos en salud, aproximadamente en países donde tenemos estadísticas, la insuficiencia cardíaca es de 2 % a 4 % de los gastos en Salud en general y de esos, el 60 % de los costos directos es por hospitalización”, dijo la doctora Carolina Amaya, médica internista y especialista en programas de insuficiencia cardíaca para Centroamérica y el Caribe de Novartis.
El estudio reveló que en El Salvador las pérdidas en la productividad durante 2015, debido a las enfermedades cardíacas en la población adulta del país, fueron del 0.3 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Los factores de riesgo son tener algunas enfermedades muy comunes como son hoy en día la hipertensión arterial, la obesidad, la diabetes, el infarto o los ataques al corazón. Esas son las causas principales y esos son los puntos claves a tratar o a prevenir para no desarrollar en un futuro insuficiencia cardíaca, que es el común denominador o el final de todas estas enfermedades.
MENOR EDAD
La insuficiencia cardíaca es la principal causa de hospitalización en pacientes mayores de 65 años; sin embargo, uno de cada cinco pacientes mayores de 40 años va a padecer de insuficiencia cardíaca en algún momento de su vida.
La médica internista colombiana explicó que la insuficiencia cardíaca no se puede encasillar en pacientes mayores de 65 años, ya que hay pacientes que nacen con alguna cardiopatía congénita, con las válvulas alteradas que no se trataron a tiempo en su momento y con el tiempo en la juventud o adultez temprana desarrollar insuficiencia cardíaca.
Además, también hay personas que han tenido enfermedades cardíacas o infartos a temprana edad y secundariamente desarrollan alguna falla cardíaca.
En el país recientemente se presentó la Encuesta Nacional de Enfermedades Crónicas no transmisibles del adulto de El Salvador (ENECA-ELS 2015), que reveló que hay cinco enfermedades que están afectando grandemente a los ciudadanos; una de ellas, la principal, es la hipertensión arterial (HTA), que está afectando a 1.4 millones de los salvadoreños mayores de 20 años; es decir, dos de cada tres personas en el país tienen esta enfermedad.
Junto a la presión arterial está la enfermedad renal crónica (ERC), diabetes mellitus (DM), dislipidemias (incremento de colesterol y triglicéridos altos).
El ENECA-ELS 2015 encontró que hay un 65.2 % de la población que tiene sobrepeso y obesidad: el 27.3 % tiene obesidad y el 37.9 % tiene sobrepeso. Además, una de cada cuatro personas padece de dislipidemia.
La doctora Amaya enfatizó en que el estrés es uno de los desencadenantes en cambios en el organismo del ser humano; además, genera malos hábitos de alimentación, sedentarismo, falta de ejercicio. “El tiempo que le dedicamos a nuestro bienestar y a las consultas médicas es muy poco”, lamentó la experta.
Los pacientes con insuficiencia cardíaca necesitan una atención multidisciplinaria: tratar la hipertensión, cambiar los hábitos de vida, tener nutrición, psicología, ya que aproximadamente el 30 % sufre de depresión por tener una calidad muy mala de vida.
Amaya explicó: “Desde hace 20 años no se encontraba ningún tratamiento que mejorara
aún más ese riesgo de morirse y nosotros –Novartis– tenemos la fortuna de haber encontrado una molécula que va a cambiar ese curso de la enfermedad y nos ha demostrado con un estudio muy grande donde se muestra que se reduce aún más la mortalidad más de lo que ya se tiene en un 20 % y las hospitalizaciones en un 21 %”.
De no actuar a tiempo, el 50 % de los pacientes que se diagnostican con falla cardíaca se muere a los cinco años del diagnóstico.
“La insuficiencia cardíaca es de dos a tres veces más mortal que esos cánceres y no lo tenemos en cuenta”. CAROLINA AMAYA, MÉDICA INTERNISTA COLOMBIANA