Artrosis y deporte, sin excesos
La Sociedad Española de Reumatología explica que la artrosis es una enfermedad que lesiona el cartílago articular y eso produce dolor, rigidez e incapacidad funcional.
Puede afectar a cualquier articulación con movimiento.
El cartílago articular se va volviendo frágil y pierde su elasticidad habitual y su capacidad de amortiguar. Posteriormente adelgaza o desaparece, dejando de proteger el hueso. La consecuencia es que el hueso articular se vuelve más compacto y con el avance de la enfermedad se deforma. “El dolor intenso a veces es invalidante y otras es como un dolor sordo y continuo”, explica África.
PRÁCTICA INADECUADA DE EJERCICIO
“Las personas que han sufrido sobre las articulaciones traumatismos, accidentes o cirugías, tienen mayor predisposición de sufrir artrosis, y por ello el deportista no es una excepción“, dijo la experta. Añade que si el deporte no se realiza de una manera adecuada, según “las características físicas y genéticas, se pueden producir microtraumatismos de repetición continua y sobrecargas que favorecen la aparición de artrosis precoz”. El deporte es aconsejable en esta enfermedad ya que mejora “el riesgo cardiovascular, las articulaciones y los músculos”.
BENEFICIOS
La médico deportiva argumenta que con el ejercicio se potencia la capacidad muscular, y unos músculos bien acondicionados “protegen la articulación a través de la disminución de cargas” y así las articulaciones sufrirán menos. Además, mejora la flexibilidad, el equilibrio y la coordinación, todo eso hace que el cartílago articular, que es el que sufre en la artrosis, padezca menos.
La SER establece una serie de medidas generales para mitigar o sobrellevar mejor la enfermedad: 1. Hacer ejercicio: pero de