LOSCAFETALEROSOCUPAN
La modernización de la maquinaria en la cooperativa La Majada ha sido posible con ahorros y planificación de los socios.
En la cosecha 2013/2014, El Salvador registró la más baja del aromático en 100 años de cultivo. El motivo fue una masiva infestación de hongo de roya que afectó al 70 % de los cafetales. En un principio el Gobierno negó la gravedad el asunto, aunque los caficultores dieron la voz de alarma por todos los medios que pudieron. Luego, frente a la evidencia, la decisión fue obsequiar fungicidas y arbustos de café de variedades resistentes a la roya.
El impacto que tuvo la infestación solo fue un detonante, pues la crisis ya se veía venir desde años atrás. En la cooperativa cafetalera La Majada, los socios decidieron continuar invirtiendo a pesar de las adversidades. Adquirieron maquinaria moderna y comenzaron a sembrar nuevas variedades en unas parcelas experimientales. La mayor parte de estos recursos es con fondos propios, según las palabras de los mismos socios que los aportan.
El próximo mes cumplirán 50 años desde que iniciaron operaciones en el cantón del mismo nombre.
Paulino Herrera, gerente general de la cooperativa, explicó que las instituciones como CENTA Café no han provisto asesoría científica. El trabajo que han efectuado es más parecido al administrativo: entregar los agroquímicos y sacar estadísticas. Por otro lado, los bancos aún no abren las puertas para financiamiento flexible cuando se trata de renovar las fincas. Son unos $4,000 por manzana.
Así, durante los últimos años y en etapa de recuperación, la cooperativa invirtió $500,000 en modernizar el beneficio y otras actividades. Herrera destacó que todo se ha hecho con fondos y contribución de los socios.
René Beltrán, socio fundador de La Majada, inició con el café cuando quedó solo con su hermano. “Le dije que nos metiéramos en esto. Era algo que yo conocía bien”, comentó Beltrán. Fue así que con el tiempo contactó a otros caficultores entusiastas para conformar la cooperativa.
“Yo nací en café, sigo en café y me voy a morir cultivando mis palitos de café”, comentó Beltrán.
Luis Calzadilla, mecánico que ha trabajado 46 años con la cooperativa (de los 50 que cumplirá esta), recuerda cómo han ido renovando y modernizando el beneficio. “Ellos crearon el beneficio para ayudar a la gente pobre. Con ese objetivo lo hicieron”, manifestó Calzadilla.