Glaucoma: prevenir la ceguera
El glaucoma es la primera causa de ceguera evitable e irreversible en los países desarrollados.
El glaucoma es una enfermedad ocular degenerativa que daña el nervio óptico, encargado de transmitir la información del ojo hasta el cerebro, produciéndose una pérdida gradual e irreversible de la visión, llegando a producir ceguera si no se trata. Se caracteriza por la pérdida de visión periférica, como si miráramos a través de un túnel.
En los países industrializados se calcula que el 50 % de afectados por glaucoma no está diagnosticado, un dato que ha sido destacado por el doctor Julián García Feijoo, presidente de la Sociedad Española de Glaucoma (SEG), durante un encuentro con la prensa organizado por Novartis en Madrid. “El glaucoma es una enfermedad que no presenta síntomas visuales evidentes ni dolor hasta que se llega a un estado avanzado”, explica García Feijoo. En la mayoría de los casos, la causa del glaucoma es un aumento de la presión intraocular, pero el motivo exacto es aún desconocido. Existen otros factores de riesgo a tener en cuenta:
1. Edad: El riesgo aumenta con el paso del tiempo, especialmente en las personas mayores de 60 años.
2. Origen étnico: En los españoles, el más frecuente es el glaucoma de ángulo abierto; mientras que las personas asiáticas presentan mayor riesgo de desarrollar glaucoma de ángulo cerrado.
3. Factores hereditarios: Los antecedentes familiares pueden aumentar el riesgo de padecer esta enfermedad. Hay un tipo de glaucoma, menos frecuente, que es congénito y constituye la principal causa de ceguera en infantes.
4. Diabetes.
5. Lesiones del ojo: Los traumatismos severos pueden dañar el canal de drenaje, aumentando la presión intraocular.
TRATAMIENTO
El glaucoma no tiene cura, pero existen tratamientos para frenar su progresión, como gotas oftálmicas, medicamentos orales, cirugía ocular y láser.
Si el diagnóstico y el tratamiento se llevan a cabo de forma temprana, se puede retrasar su evolución y minimizar síntomas.