CAPTURADO “CHEPE DIABLO” EN OPERACIÓN LAVADO
Fiscalía realizó cerca de 50 allanamientos. Operación Lavado inició el pasado lunes. Gumarsal fue una de las empresas allanadas.
José Adán Salazar Umaña (alias “Chepe Diablo”), el empresario salvadoreño que desde mayo de 2014 figura en la lista de capos del narcotráfico, elaborada por Estados Unidos (EUA), fue capturado ayer junto a otras tres personas vinculadas a una estructura de la vado de dinero, según confirmó la Fiscalía General de la República (FGR). Desde el pasado lunes por la noche inició el procedimiento que la Fiscalía ha nombrado Operación Lavado, con el cual giraron varias órdenes de captura en contra de personas vinculadas a una red de blanqueo de capitales en el país.
“Nuestra investigación, que fue reabierta el año pasado por la Fiscalía, estaba estancada, estaba engavetada. (Cartel de Texis) esa es la denominación que se le ha dado popularmente, nosotros le estamos llamando estructura de lavado de dinero, pero son las mismas personas”, confirmó el fiscal general de la República, Douglas Meléndez.
Salazar Umaña fue enlistado como capo del narcotráfico cuando la administración de Barack Obama informó al Congreso estadounidense sobre esa denominación, bajo la Ley de Designación de Cabecilla Extranjeros del Narcotráfico, conocida como “Kingpin Act”. En El Salvador su nombre había figurado en informes de inteligencia policial que lo relacionaron con la estructura de narcotráfico del occidente del país, conocida como cartel de Texis.
El operativo para su captura, que continuó ayer por la noche, incluyó alrededor de 50 registros con prevención de allanamiento en distintos inmuebles y propiedades vinculadas a la red. “No hay justificación para ese dinero”, recalcó el fiscal general, sin precisar la cantidad presuntamente lavada por el grupo.
Entre las 26 empresas allanadas ayer por las autoridades se cuentan: el hotel Bahía Dorada, en la Costa del Sol; hotel Capital; hotel Las Palmeras, en Sonsonate; hotel Pacific Sunrise, en La Libertad; hotel Sevilla, en Usulután; hotel Tolteka Plaza, en Santa Ana, todos ellos vinculados a la sociedad Hotesa.
La Fiscalía realizó registros en la Alcaldía de Metapán, gobernada por Juan Umaña Samayoa, del Partido de Conciliación Nacional (PCN). Y también allanó las oficinas de Agroindustrias Gumarsal, ubicadas en San Juan Opico, La Libertad, cuyo representante legal es Wilfredo Guerra. “El objetivo de estos registros es encontrar alguna evidencia para poder iniciar procedimientos de extinción de dominio”, explicó Meléndez.
En julio del 2014, representantes de Gumarsal se desvincularon de José Adán Salazar. Dicha empresa dedicada al comercio de harinas fue constituida en el año 1997 por cuatro accionistas, entre ellos Salazar; su hijo, José Salazar Martínez; y por Juan Umaña y su hijo, Wilfredo Guerra Umaña.
En aquel momento Guerra Umaña afirmó que José Adán Salazar les vendió las acciones y por lo tanto no tenían, para ese momento, otro vínculo más con “Chepe Diablo”, más que la amistad y la directiva del Club Deportivo Isidro Metapán, equipo de fútbol cuyas oficinas también fueron allanadas ayer por personeros de la Fiscalía.
Las autoridades también reportaron allanamientos en viviendas ubicadas en Arcos de Santa Elena, Bosques de Santa Elena, Quintas de Gratamira, Cumbres de la Esmeralda, el bufete jurídico Figueroa Cruz, varias gasolineras y otros inmuebles.
Según informó el fiscal general, en el operativo están participando alrededor de 50 fiscales, entre miembros del Grupo Contra la Impunidad (GCI), de la Unidad de Investigación Financiera
de la Fiscalía (UIF) y del Consejo Nacional de Administración de Bienes (CONAB). “En el operativo está siendo dirigido por el nuevo Grupo Contra la Impunidad, el cual es el mismo grupo que llevó el caso del expresidente Saca”, dijo el fiscal.
El procedimiento también fue acompañado por miembros de equipos de investigación de la Policía Nacional Civil (PNC).
ANTECEDENTES
Luego de que el Gobierno de Estados Unidos designó a Salazar como capo del narcotráfico, se conoció públicamente que la renta del señalado por el Gobierno norteamericano se quintuplicó en seis años. Salazar pasó de declarar al fisco $2.7 millones en 2004, a presentar ante el Ministerio de Hacienda documentos que le acreditaron una renta por $13.06 millones en el año 2010.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos comenzó a mediados de 2014 a enviar notificaciones a empresas norteamericanas que comerciaban con Salazar, para que se abstuvieran de hacer negocios con el empresario metapaneco. Posteriormente en 2011 la Organización de Naciones Unidas (ONU) señaló que “Chepe Diablo” recibía protección por parte de políticos salvadoreños. Investigaciones periodísticas desarrolladas entre 2012 y el 2013 demostraron que Salazar sostuvo pactos con altos mandos policiales que le garantizaron protección.
Las investigaciones en su contra se reactivaron en octubre de 2016, cuando la Fiscalía solicitó a la Corte Suprema de Justicia requerir a Estados Unidos información sobre al menos 20 compañías y actividades financieras, relacionadas con Salazar y sus socios.
“Nuestra investigación, que fue reabierta el año pasado por la Fiscalía General de la República, estaba engavetada. (Cartel de Texis) es la denominación que se le ha dado popularmente”. DOUGLAS MELÉNDEZ, FISCAL GENERAL DE LA REPÚBLICA