AMY WINEHOUSE: UNA ESTRELLA AL DESCUBIERTO
Un llamado de la música desde niña. Una cantante intuitiva.
La cantante y compositora Amy Jade Winehouse nació el 14 de septiembre de 1983, en Londres, Inglaterra. La afición por el soul y el jazz de sus padres, Mitch y Janis, una pareja de clase media-baja, influyeron en Amy, una niña rebelde y de un temperamento incontrolable, que exigía constante atención. En 1993, a sus conflictos emocionales internos se sumó el divorcio de sus padres, por lo que Amy se mudó del suburbio de Southgate a East Finchley. Cynthia, su abuela paterna, era la única que lograba orientar a Amy, por la admiración que le tenía. Por recomendación de ella, a quien la talentosa joven llamaba “Nan”, Amy se inscribió en la escuela de teatro de Susi Earnshaw, en Barnet. Todo el que la conocía le auguraba un futuro como bailarina debido a que mostraba muy buena expresión corporal, pero la irreverente estrella solo tenía una idea en su cabeza: triunfar como cantante, pues conocía su talento.
En 1995, en su búsqueda por explotar su lado artístico, Amy se matriculó en la escuela de teatro de Sylvia Young, academia de donde fue expulsada un año después por hacerse un piercing en la nariz. Sin embargo, estaba destinada a mostrarle al mundo su gran voz. AÑOS TENÍA AMY WINEHOUSE CUANDO SU ENTONCES NOVIO, TYLER JAMES, LA INTRODUJO AL MUNDO DE LA MÚSICA, MOSTRÁNDOLE AL MÁNAGER NICK GODWYN SU TALENTO.