La libertad de prensa continúa expuesta a múltiples amenazas y atentados en los distintos ámbitos regionales
En su reunión de medio año, que tuvo lugar en estos días en Antigua Guatemala, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) recalcó que “los enemigos de la prensa libre” están muy activos en todos nuestros entornos, tratando de aprovechar cuanta oportunidad se les presenta para enfilarse contra la libertad de expresión en todas las formas imaginables. Vivimos, sin duda, un momento histórico de grandes y múltiples desafíos en todas partes, y uno de los principales es el que se refiere a destapar fenómenos tan expandidos como la corrupción, la impunidad y el abuso del poder en sus más variadas formas.
La prensa constituye, sin duda, uno de los instrumentos más eficaces en la lucha contra los vicios históricos que de diversas maneras han venido proliferando por doquier. Y cuando la prensa libre e independiente, como debe ser, ejerce sus funciones naturales, los poderes que están en la mira de la investigación y de la información despliegan de inmediato cuantos recursos tienen a su alcance para tratar de impedir que las verdades salgan a la luz. Las intimidaciones, los ataques y las agresiones contra los medios y los comunicadores no se hacen esperar, como es constatable de manera cotidiana.
Los regímenes que por su carácter populista con aspiración totalitaria quieren ganar hegemonía en el panorama latinoamericano de nuestros días se han vuelto atacantes sistemáticos de la libertad de expresión, alegando que hay contra ellos una guerra declarada de parte de sus “enemigos”. Los atentados de diversa índole contra los que defienden las libertades, y en especial la libertad de expresión y la libertad de prensa, se han vuelto virales, como ahora se dice. Y en la reunión recién pasada de la SIP se ha hecho un recuento muy elocuente sobre lo que al respecto se da en nuestro he- misferio, incluyendo a países que antes parecían ajenos a tales situaciones como es el caso de Estados Unidos. Y en cuanto a este caso específico, apunta la SIP: “Resulta inquietante observar cómo en ese país, en la cuna del periodismo libre, comienza a aparecer el hostigamiento, que suele ser la antesala de las amenazas y de la violencia”.
En nuestro país, la hostilidad contra los que investigan y comunican la verdad también está muy presente. Cuando sale algo que disgusta al poder establecido, las agresiones verbales no se hacen esperar, y eso contribuye sin duda a contaminar la atmósfera nacional de virus malsanos, que llegan a ser muy destructivos de la normalidad democrática que tanto se necesita para crecer y para prosperar con amplios beneficios sociales. Ante eso, hay que mantener la actitud responsable y seguir haciendo el trabajo que corresponde. Esa es la línea que siempre ha mantenido y que seguirá manteniendo LA PRENSA GRÁFICA, en medio de todas las adversidades que están a la orden del día.
Sólo la libertad que se sostiene firme en su misión sustentadora de todas las formas de progreso real puede lograr que nuestra sociedad en su conjunto avance hacia mejores niveles de vida. Y la libertad de expresarse y de divulgar lo expresado representa un factor decisivo para la sana evolución de los individuos y de los pueblos. No se puede ceder ni un milímetro en ese compromiso.
ANTE ESO, HAY QUE MANTENER LA ACTITUD RESPONSABLE Y SEGUIR HACIENDO EL TRABAJO QUE CORRESPONDE. ESA ES LA LÍNEA QUE SIEMPRE HA MANTENIDO Y QUE SEGUIRÁ MANTENIENDO LA PRENSA GRÁFICA, EN MEDIO DE TODAS LAS ADVERSIDADES QUE ESTÁN A LA ORDEN DEL DÍA.