Detienen a posible autor intelectual de atentado contra metro
Autoridades rusas apresaron ayer a uno de los autores del ataque del 3 de abril.
Las autoridades rusas detuvieron ayer a uno de los presuntos organizadores del atentado suicida del pasado 3 de abril contra el metro de San Petersburgo, en el que murieron 14 personas.
Según el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), se trata de Abror Azímov, de 27 años y oriundo de Asia Central, quien habría entrenado al terrorista suicida Akbarzhon Dzhalílov, nacido en Kirguizistán.
Azímov, que fue detenido en una localidad de la región de Moscú, portaba una pistola cargada y un teléfono móvil cuando fue apresado por las fuerzas de seguridad, según informan medios locales.
En el video divulgado por el FSB se puede ver cómo varios agentes se abalanzan sobre el sospechoso a escasos metros de una vía del tren.
El supuesto organizador, que dijo desconocer el motivo de su detención, ha sido trasladado a la sede del Comité de Instrucción de Rusia para su interrogatorio.
Las autoridades han detenido en las últimas dos semanas a varios ciudadanos procedentes de países de Asia Central, en su mayoría en San Petersburgo, como sospechosos de colaborar con el Estado Islámico (EI) y otras organizaciones terroristas.
Según los medios rusos, varios allegados de Dzhalílov combatieron en Siria en el bando yihadista, pero las autoridades rusas aún no han confirmado que sea el EI el que esté detrás del atentado suicida.
Dzhalílov, de 22 años, nació en Kirguizistán, pero recibió en 2011 la ciudadanía rusa.
Desde esa fecha residía en la antigua capital zarista, dijeron las autoridades.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha admitido que la situación en la lucha contra el terrorismo no ha mejorado, aduciendo que la mejor constatación es el atentado contra el metro de su ciudad natal.
La administración de Putin también reconoció en el pasado que el atentado representaba un reto.
Rusia no sufría un atentado de esa magnitud en su territorio desde diciembre de 2013, cuando dos suicidas mataron a 34 personas en una estación de tren y un trolebús en Volgogrado, antigua Stalingrado. Años antes había sufrido ataques de grupos ligados con rebeldes chechenos.