La vida en El Salvador es insostenible

El Salvador como Estado y República merece un trato humano y financiero mejor, al ponerlo al borde del abismo, ese nudo gordiano que existe entre la empresa privada y empresa pública tiene que cortarse.

Alejandro el Magno dijo: “Tanto importa cortar el nudo gordiano como desatarlo”, en el caso del impago no recae o acusar a la empresa privada por esta calificación, en la barra de la banca internacional, el Gobierno como empresa pública honra una persona que pretende conducir las finanzas, como es el ministro de Hacienda. Por favor, señor presidente, si este nudo gordiano no lo puede desatar, solo sabré decirle que la espada para cortar ese nudo la tiene la empresa privada. Esta tiene un abanico de economistas donde puede recurrir a pedir ayuda y no buscar respuestas con palabras impropias fuera de contexto dentro de sus asesores entre comillas.

Un pueblo sediento y cansado de tanto impuesto hasta hoy ve que el Gobierno va caminando sin brújula financiera, esto no es Socialismo como se entiende que el Socialismo ve el futuro de la gente y no ve el futuro de las elecciones, los elementales principios de los Derechos Humanos y la Constitución de nuestro país tienen a la persona humana como el origen y fin de la actividad del Estado, o acaso es necesario que el pueblo le dé un oráculo para que sus funcionarios dejen de pensar con idealismo y piensen con patriotismo.

Solo tenemos que el día a día se incrementará más otro estrato que se denominará “el pobre haciéndole los mandados a otro pobre”. Señor presidente, le digo: no deje que esto suceda, a Sócrates se le olvidó escribir al no incluir que mentir en política no es parte de una democracia pura y honesta. Señor presidente: aceptar nuestros errores no es de valientes, es de hombres y mujeres inteligentes, como también debe saber que el Presupuesto es el equilibrio social, económico y político, no prostituyamos la democracia.