Niños que aprenden a “vigiar” que todos estén seguros S
el mar y el río son recursos que les benefician, también los reconocen como riesgos.
“El objetivo es que ellos identifiquen sus amenazas y sus riesgos, que sepan cuáles son sus capacidades y recursos, y hagan sus rutas de evacuación. Una de las amenazas más grandes que tienen es el mar, porque la playa está a la orilla, pero también está el río que crece y se encuentra la comunidad con ambas aguas”, dijo Ana Cristina Pérez, asesora nacional de Gestión de Riesgo a Desastres, Resiliencia y Acción Humanitaria de Plan.
De hecho, Alejandro recuerda que el alto oleaje de mayo de 2015 llegó hasta sus viviendas y que tuvieron que refugiarse en el centro de cómputo.
“La vez pasada, en el 2015, que las mareas fueron altas, fueron afectados como 20 ranchos, incluyendo el mío, que me lo botó todo. Ahorita permanente el mar está alto, o sea, las olas llegan bien arriba”, dijo José Isaac Sorto, coordinador de la Comisión Comunal de Protección Civil.
En la comunidad Playa Toluca viven unas 226 personas, entre niños y adultos, 27 de ellas participan en la comisión, que fue conformada con capacitaciones de Plan Internacional. Los talleres son brindados tanto a los adultos como a los estudiantes, con las metodologías adecuadas. Con los alumnos aplican el juego “riesgolandia”, que les sirve para asimilar de mejor manera la información de riesgos.
“Yo siento que ha sido una formación educativa y formativa a la vez. Educativa porque se les informó y formativa porque se prepararon tanto alumnos como comunidad; se han preparado docentes también porque hemos estado inmersos para apoyar en una situación de desastre”, expresó la directora del centro escolar, María Elena Cortez.
Emerson, de apenas ocho años, ya es el coordinador de la Comisión de Protección al Medio Ambiente y también conoce los pasos que tienen que seguir ante una emergencia. “Hay que salir en fila sin correr y llegar a la carretera cuando hay alerta de tsunami”, expresó.
Para Marta Lidia Montoya, habitante del lugar, las capacitaciones han sido beneficiosas para la comunidad, principalmente para dar la prioridad a niños, adolescentes, adultos mayores y personas con discapacidad a la hora de una evacuación por tsunami o inundación.
“La meta de uno era, en una emergencia, uno solito salir corriendo. No nos habían transmitido aquello de cómo ayudar a las personas en un caso de emergencia, en un caso de desastre”, agregó Sorto.
La comunidad no cuenta con un lugar que sirva de albergue en caso de evacuaciones y la única alternativa es dirigirse hacia la carretera, pues en las emergencias por tormentas de años anteriores tuvieron que ir hasta el albergue en el cantón Melara. Parte del plan es que la comisión tenga los enlaces necesarios con la Comisión Municipal para recibir la asistencia requerida en caso de desastres.
“Los alumnos reaccionaron positivamente, contentos a que se les iba a capacitar en prevención y habilidades ante una situación de desastre”. MARÍA ELENA CORTEZ, DIRECTORA DE CENTRO ESCOLAR