Long Island asediada por pandilla salvadoreña
Algunos lugareños en esta región de Nueva York sostienen que las autoridades son en parte responsables del crecimiento de las pandillas porque ignoraron ese problema por años. Con la llegada de Trump, el secretario de Justicia promete tener “cero toleranc
Tarde en la noche se escucha el rugido de helicópteros y se encienden focos que apuntan hacia los jardines de las casas. Mucha gente sabe lo que está pasando sin necesidad de hacer preguntas. “Piensas, ‘Dios mío, ¿al hijo de quién le tocó esta vez?’”, comenta Stephanie Spezia, quien reside desde hace años en esta localidad suburbana en el corazón de Long Island, que padece el azote de violentas pandillas callejeras asociadas con la Mara Salvatrucha 13 salvadoreña.
Se les atribuye 11 asesinatos de gente mayormente joven descubierta en bosques y terrenos baldíos de Brentwood y la vecina Central Islip en este año escolar solamente.
El baño de sangre la da munición al presidente Donald Trump en sus férreas posturas contra la inmigración ilegal. El mandatario ha atribuido las muertes a que se permite el ingreso de la “escoria” extranjera.
El secretario de Justicia, Jeff Sessions, visitó ayer una localidad cercana a un parque donde aparecieron este mes los cadáveres de cuatro jóvenes, asesinados con los típicos rituales de la MS-13: repetidos navajazos que dejaron a las víctimas casi irreconocibles.
Como ocurre en El Salvador, Honduras y Guatemala, países azotados por las pandillas, los padres de estas localidades tienen miedo de dejar ir a sus hijos a la escuela. Los adolescentes dicen que cualquier pequeño desaire a un pandillero, sobre todo la negativa a sumarse a sus filas, puede llevar a la muerte. Cuando una escuela secundaria dispuso que los estudiantes no podían usar ningún atuendo relacionado con las pandillas, los pandilleros empezaron a decidir diariamente qué colores no se podían usar ese día. “Los chicos se están quedando sin su adolescencia”, dijo Jennifer Alvarado, cuya sobrina de 15 años fue asesinada a machetazos en la calle el año pasado. “Puedes ver la