Senado elige a jefe de Comercio Exterior
La elección de Lighthizer en el Senado abre las puertas para renegociar el acuerdo de EUA, Canadá y México.
El Senado de Estados Unidos aprobó ayer al nominado por el presidente Donald Trump como jefe de Comercio Exterior, el abogado Robert Lighthizer, lo que despeja el camino para el inicio de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con México y Canadá.
Tras varias demoras en el proceso de votación, el Senado finalmente ratificó a Lighthizer por amplia mayoría, incluida la de numerosos legisladores de la oposición demócrata, con 82 votos a favor y 14 en contra.
Durante sus audiencias de confirmación, el nuevo responsable de Comercio Exterior prometió una “rigurosa y agresiva” aplicación de los acuerdos comerciales, y defendió la política basada primeramente en los intereses de Estados Unidos.
El respaldo a Lighthizer, que ocupó el cargo de representante adjunto de Comercio Exterior en el gobierno de Ronald Reagan en la década de 1980, era importante ya que el Congreso había exigido que fuese confirmado antes de recibir la carta con 90 días de antelación para cumplir con el requisito formal de inicio de las conversaciones del TLCAN.
Lighthizer, de 69 años, es considerado un duro negociador y cuenta con amplia experiencia en el Congreso, donde fue asistente del exsenador republicano Bob Dole, y en el sector privado, como representante legal de la industria siderúrgica de EUA.
Esta semana, el secretario de Comercio, Wilbur Ross, quien ha sido designado por Trump para liderar las discusiones, apuntó que EUA no será “una fuente de retraso” y buscará “un calendario más agresivo” de renegociación del referido pacto comercial.
Las autoridades mexicanas han expresado su voluntad para que se concluya la revisión del TLCAN, en vigor desde 1994, antes de que acabe 2017, dado que el próximo año celebrarán elecciones presidenciales en México.
La renegociación del acuerdo de la región, que Trump ha calificado como “un desastre”, ha sido marcada como una de las prioridades del Gobierno estadounidense para proteger “las empresas y empleos estadounidenses”.
El mandatario ha asegurado que a finales de abril estaba listo para terminar el TLCAN de una vez por todas, pero que optó por renegociar el acuerdo después de que se lo pidieron sus homólogos Enrique Peña Nieto y Justin Trudeau.