Meditemos en el Evangelio de San Juan 14, 1-12
Repasando y comparando los Evangelios de los domingos pasados, podemos llegar al término de una revelación, Señor nos quieres dejar claro quién eres, quieres cerrar un ciclo antes de preparar la venida del Espíritu Santo. Hace dos semanas acompañábamos a los discípulos de Emaús, estos discípulos te van descubriendo poco a poco.
Cristo eres el camino: meditaba en la diferencia de aquel que camina contigo y quien camina sin ti. Desanimados, sin vida, desilusionados.
Cristo eres la vida: para los apóstoles. Les alimentas con la sagrada escritura y con la Eucaristía. El corazón de ellos ardía al escucharte. Cristo eres la verdad: la experiencia de la verdad última, del fin último de todo hombre estar con Dios, amarte, servirte, adorarte. La semana pasada acompañábamos al buen pastor. Cristo camino: el buen pastor, nos enseñas el camino, vamos detrás de ti, eres el único camino.
Cristo vida: nos llevas a verdes pastos a descansar y a alimentarnos. Nos sigues alimentando con tu palabra y con tu propia vida, la das por mí cada vez que te recibo en la Eucaristía.
Cristo verdad: el que entra por mí se salvará. La verdad de mi futuro con Dios. “Habitaré en la casa del Señor para siempre”.
Nos presentas a Dios, cercano, nos estás hablando del Padre, lo que significa un papá. Lo mencionas 12 veces. La duda de Tomás sobre el Padre, en su racionalismo para variar, lo quiere descubrir. Sin embargo lo presentas como un Dios cercano y palpable.
Medito en la palabras del papa Benedicto XVI: “Un mandamiento doble de la fe: creer en Dios y creer en Jesús. No son dos actos separados, sino un acto único de fe, la plena adhesión a la salvación obrada por el Padre mediante su Hijo Unigénito”.
Señor, mi seguimiento de ti es totalmente contrario al pensamiento ateo de un filósofo que decía: “Buscar a Dios es como si un hombre se mete a un cuarto oscuro, a buscar a un gato negro, con los ojos cerrados donde piensa que está, pero que en la realidad no es así”. Eres el único camino, verdad y vida. Jesucristo te hiciste hombre y por eso Dios está a nuestro “alcance”. Eres la santidad misma que apareces sensiblemente para hacerte tangible e imitable para nosotros.
Como complemento de esta meditación, pueden ir a Youtube: “61. Y después de nuestras vacaciones, ¿qué?”. Sembrando Esperanza I.
Mi propósito es ver en Cristo, el único y verdadero camino a seguir; verdad a transmitir y vida a alcanzar. No quedarme en las cosas del mundo.
(Legionofchrist.com; Regnumchristi.com).