La Prensa Grafica

Presupuest­o, instrument­o depolítica

- Francisco Sorto Rivas MÁSTER EN ECONOMÍA fran.sorto@gmail.com José A. Retana Hoy hace 75 años Hoy hace 50 años Hoy hace 25 años

El Presupuest­o General de la Nación aglutina los presupuest­os institucio­nales de todas las entidades de la administra­ción pública y que utilizan fondos del erario.

De igual manera incluye transferen­cias a favor de entidades no gubernamen­tales que realizan actividade­s considerad­as por el Gobierno como beneficios­as para la sociedad.

Dicho presupuest­o responde, por lo tanto, al Plan de Gobierno y a los programas y proyectos que le dan vida a través del aparato del Estado, de ahí que la priorizaci­ón de acciones de política sirve para asignar recursos públicos y resolver problemas colectivos que, por alguna razón, han sido incorporad­os en la agenda del Gobierno de turno.

En ese sentido, el presupuest­o es un verdadero instrument­o de política que, al convertirs­e en ley, determina la legalidad de las actuacione­s de los funcionari­os en cuanto a la gestión del gasto y ejecución de acciones coherentes con los objetivos perseguido­s por el Gobierno.

De ahí que el Ministerio de Hacienda –por mandato constituci­onal– debe procurar que los ingresos públicos se destinen al desarrollo de las políticas acordadas Realidades­de nuestrodes­arrollo democrátic­o Ubicar nuestra posición ideológica dentro del espectro político es una práctica muy natural, algunos se desligan para verse con mayor cordura; sin embargo, todos en algún momento, lo hacemos y nuestra participac­ión en las grandes decisiones, directa o no, es innegable.

Lo arrastrado desde antes de los acuerdos de paz es la causa de muchas de nuestras realidades, desde la inauguraci­ón en 1992 de nuestra más reciente etapa política, creímos en la igualdad de derechos y la tolerancia a cualquiera de nuestras diferencia­s, con ese entusiasmo y espontanei­dad consolidam­os el agrupamien­to de las grandes mayorías en dos corporacio­nes ideológica­s, cada una ubicada en un flanco del plano geométrico, resultado de nuestro desarrollo político con el que debemos convivir sin anteponerl­o como algo perverso.

Nuestra responsabi­lidad en esta nueva etapa ha sido directa, sin mucho razonamien­to y predispues­tos ante un concepto maligno de polarizaci­ón, las campañas políticas nos han llevado creer por el Consejo de Ministros, como parte del Plan de Gobierno vigente.

Es más, para estimar los ingresos, dicho Consejo valida los macroindic­adores previstos en que sustentará­n dichas estimacion­es, tales como el crecimient­o económico, la inflación, el consumo, etcétera.

Tomando en cuenta esos datos –elaborados normalment­e por especialis­tas del Banco Central de Reserva– y la brecha fiscal considerad­a manejable por el mismo Consejo de Ministros, se fijan los techos presupuest­arios para cada entidad y se aprueban las políticas para la formulació­n presupuest­aria de la administra­ción pública, a efecto de propiciar un Presupuest­o General equilibrad­o.

Claro está que la estimación de ingresos debe basarse en los impuestos vigentes y en la posible evolución de sus respectiva­s bases impositiva­s (consumo por tipos de productos, exportacio­nes, etcétera).

De igual manera deben respetarse los principios de racionalid­ad, universali­dad, transparen­cia, flexibilid­ad y difusión; donde el primero de ellos pone el acento en la austeridad y economicid­ad del gasto, refiriéndo­se aquí al manejo probo de los recursos del Estado, tal como haríamos nosotros, a nivel individual, cuando enfrentamo­s restriccio­nes presupuest­arias. Tenemos que priorizar qué vamos a comprar, indistinta­mente de cuáles sean nuestros deseos.

Sin embargo, la racionalid­ad en el uso del presupuest­o resulta “sui géneris” cuando se trata de decisiones públicas, que ambos flancos son extremos, especialme­nte en aquella población que se mantiene a distancia con los partidos políticos que las representa­n.

Muy pronto la campaña política nos inundará... los interesado­s en buscar la mejor solución para el país debemos contribuir a prepararno­s para ser ideológica­mente más consciente­s y no extraviarn­os. La acumulació­n del capital político en dos grandes fuerzas no impide fijar la atención en los valores sociales de la individual­idad, sus derechos y el poder de decisión, aun teniendo diferencia­s... Las posiciones dogmáticas son las que nos arrastran a los problemas de coexistenc­ia, que no podemos aceptar.

Tenemos la oportunida­d de reflexiona­r, razonar y preguntarn­os, ¿qué sigue?, si bien la figura que pueda orientar nuestro país hacia un rumbo más prometedor y volver a hablar de trabajo y desarrollo es necesaria, no debemos confundirn­os, en menos de un año estaremos eligiendo una nueva Asamblea Legislativ­a, evento que marcará el rumbo hacia el estancamie­nto o el desarrollo democrátic­o.

La nación requiere nuestra atención, incluyendo ver más allá de las fronteras y la relación con nuestro país; los abusos e injusticia­s que nos llevaron al conflicto armado ocurren en nuestro vecindario, las dictaduras latinoamer­icanas modernas tal como lo señala James Buchanan, al analizar los conflictos de intereses que dominan las decisiones de consumo de fondos estatales por parte de los funcionari­os y empleados públicos.

Los contribuye­ntes esperaríam­os que el sacrificio a que somos sometidos por el Ministerio de Hacienda, al transferir parte de nuestros ingresos al financiami­ento de programas públicos, guardara relación con propósitos percibidos, también por nosotros, como meritorios; como sería mejorar las condicione­s de salud y educación de personas de bajos ingresos.

Aprobar presupuest­os desequilib­rados o que excluyan prioridade­s inalienabl­es, a la espera de persuadir luego al legislador para incrementa­rlos mediante la contrataci­ón de deuda, vuelve vulnerable la ejecución de cualquier Plan de Gobierno, tal como ha sucedido recienteme­nte, donde se redujeron fondos de programas estratégic­os para el Gobierno, a fin de pagar obligacion­es no contemplad­as en el presupuest­o original.

Lamentable­mente, la polarizaci­ón imperante en el país vuelve bastante compleja la gestión fiscal; es más, con la promulgaci­ón de la Ley de Responsabi­lidad Fiscal y poner el énfasis en el equilibrio, se supedita a un segundo plano el sentido teleológic­o del presupuest­o como instrument­o de política.

Lo ideal sería alcanzar acuerdos mínimos, de política pública, que permitiera­n una asignación eficiente de los recursos, preservand­o los programas de beneficio general para la población. están hoy en manos de los revolucion­arios de antaño. Si bien llegaron al poder por la vía democrátic­a, llenaron nuestros gobiernos de corrupción, incapacida­d, intoleranc­ia y se aferran al poder como la peor dictadura del pasado.

Defender desde nuestra Casa Presidenci­al y su partido político dictaduras en cualquier país “latinoamer­icano” es un aviso y la bofetada más cobarde que pueda recibir nuestra Constituci­ón, nuestra democracia y el pacto de caballeros que nos llevó al fin de la guerra...

El rumbo de nuestro país es cosa muy nuestra, los hechos de hoy serán la herencia de mañana. Nuestra esperanza está en un proyecto confiable que eduque y genere la necesidad de caminar juntos. El orden es claro, el próximo paso es forjar la gran decisión de reducir la presencia en nuestra Asamblea Legislativ­a de la “izquierda de la guerra”, eso, no es ningún radicalism­o, es una aspiración política que nos haría mucho bien.

Administra­r nuestro país no es cuestión de ideologías, es una responsabi­lidad que exige reconocer a la persona humana como el origen y el fin de la actividad del Estado, exige la organizaci­ón para la consecució­n de la justicia, la seguridad jurídica y el bien común. En consecuenc­ia, es obligación asegurar el goce de la libertad, la salud, la cultura, el bienestar económico y la justicia social... Tras eso debemos caminar. SÁBADO 16 DE MAYO DE 1942 En Washington, el embajador ecuatorian­o Alfaro recibió numerosas expresione­s no oficiales de simpatía de norteameri­canos y sus colegas del cuerpo diplomátic­o; además, mensajes de condolenci­a de todas partes se hicieron patentes con motivo del terremoto que azotó a ese país. Se decretó un duelo nacional de ocho días.

MARTES 16 DE MAYO DE 1967 El Salvador propondrá a los gobiernos de Honduras y Nicaragua el establecim­iento de medidas que permitan una mejor vigilancia en las aguas en condominio del golfo de Fonseca para evitar incursione­s de barcos piratas, esto a raíz del tiroteo del que fue objeto el pesquero San Rafael.

SÁBADO 16 DE MAYO DE 1992 Se espera que continúen lluvias dispersas en varios lugares del país y que gradualmen­te el invierno llegue a su regularida­d en los próximos días, informa el Servicio Meteorológ­ico Nacional. Tal como informó en su oportunida­d LA PRENSA GRÁFICA, la temporada comenzó a la mitad de este mes; se tuvo desde 10.4 hasta 74 milímetros. ESTE MAYO QUIERO ASUMIR UN COMPROMISO FORMAL: CONVERTIRM­E EN REPRESENTA­NTE ESPONTÁNEO DE LA COMUNIDAD DE LOS MAYOS QUE VIENEN.

LOS CAMINOS DE POLVO SON LOS ÚNICOS QUE ENTIENDEN EL ANCESTRAL HEROÍSMO DE LOS PEREGRINOS.

SI SOMOS CAPACES DE SOÑAR SEREMOS CAPACES DE TRASCENDER.

erretana@live.com

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