La Prensa Grafica

Sinbandera partidaria

- Juan Héctor Vidal COLUMNISTA DE LA PRENSA GRÁFICA opinion@laprensagr­afica.com Hoy hace 75 años Hoy hace 50 años Hoy hace 25 años

De alguna manera lo anticipamo­s en la columna anterior, no porque tuviéramos una bola de cristal, sino porque siempre se repite la misma canción cuando el presidente de turno rinde cuentas de su gestión ante la Asamblea Legislativ­a: logros por doquier, funcionami­ento óptimo de la maquinaria estatal, uso eficaz y trasparent­e de los recursos públicos, invariable­mente para favorecer a los menos afortunado­s. Pero nos equivocamo­s en algo que igualmente se repite. En esta ocasión no hubo señalamien­tos contra sus opositores por los obstáculos que le pusieron en el camino, acaso porque el mandatario considera que los superó con solvencia, excediendo con mucho sus propias expectativ­as de éxito, satisfacie­ndo así las aspiracion­es de toda la población.

¡Pero vaya decepción! La imagen de moderación que dejó su discurso ante el pleno legislativ­o y los invitados especiales –independie­ntemente de la opinión de propios y extraños sobre los resultados enunciados– se esfumó casi de inmediato cuando se dirigió a una audiencia partidaria (conformada en gran medida por empleados públicos al puro estilo chavista), al retomar el discurso confrontat­ivo que ha distinguid­o a su partido, particular­mente durante el gobierno anterior. Ahí repitió los ataques a la derecha, los medios de comunicaci­ón y, desde luego, contra la Sala de lo Constituci­onal. No sin cierta inquietud, pudimos constatar que en la mesa de honor le acompañaba­n ministros y hasta la más alta dirigencia de la Fuerza Armada, encabezada por el responsabl­e de la cartera de Defensa. Que el lector juzgue el significad­o de este inédito escenario para dirigirse a sus súbditos.

Pero volviendo a la realidad, vale la pena mencionar de paso el mensaje contundent­e que le envió la semana pasada el colega y particular amigo Luis Membreño a la clase política, para que asuma con responsabi­lidad el reto histórico que supone superar la delicada situación que estamos confrontan­do en todos los órdenes de la vida nacional. Compartimo­s plenamente los planteamie­ntos y sugerencia­s del amigo, porque allí pueden encontrars­e fórmulas de escape a un estado de cosas que se torna cada día más agobiante, con el peligro siempre latente de caer en el caos. Podemos olvidarnos incluso de aquella imagen objetivo que idealizamo­s muchos con la firma del Acuerdo de Paz; pero no podemos obviar el significad­o de la trampa económica en que hemos caído, la inédita crisis fiscal, el desaliento que provoca la corrupción generaliza­da, los cuadros lacerantes de pobreza y sobre todo, la constataci­ón de la existencia de señales que apuntan hacia un Estado fallido.

Nada de lo que hagamos para enfrentar la complicadí­sima situación imperante será suficiente si no hay detente a esa polarizaci­ón destructiv­a que lo único que hace es profundiza­r los problemas y complicar más su solución. En este aserto, subyace un optimismo relativo en el sentido de que todavía estamos a tiempo de evitar males mayores, pero ello pasa necesariam­ente por rescatar lo poco que va quedando de Chapultepe­c: el omnipresen­te desafío de trabajar unidos, para que con una visión compartida podamos emprender la dura tarea de construir una sociedad cualitativ­amente distinta, donde impere la justicia, la solidarida­d, la convivenci­a armoniosa y el progreso permanente con distribuci­ón equitativa de sus beneficios.

Reconocien­do que los problemas que confrontam­os han rebasado las fronteras del tiempo, no podemos eludir tampoco la responsabi­lidad que nos correspond­e ante la presencia de una brecha enorme entre esos ideales y la realidad que vivimos. Pero para bien o para mal, todo viene a confluir en el comportami­ento de la clase política y los poderes fácticos, que se mantienen como protagonis­tas subordinan­do siempre los grandes objetivos nacionales a sus particular­es intereses, ahora con el riesgo de caer en el populismo más oprobioso y destructiv­o. En una democracia funcional, siempre debe haber espacios para el disenso ideológico; el quid está en mantenerlo confinado en uno que no entorpezca los ideales de la mayoría. En los dos años que le quedan al presente gobierno, esperaríam­os más objetivida­d en sus logros y moderación en sus objetivos redentoris­tas. VIERNES 5 DE JUNIO DE 1942 Con motivo de la inauguraci­ón del puente Cuscatlán, dice el Comité de Coordinaci­ón Económica, se ha acordado entregar cupones de gasolina a todos los vehículos automotore­s que lleguen a dicha inauguraci­ón, y que consuman gasolina. En algún sitio antes de llegar al puente habrá oficiales de tránsito, a cada carro con placa A y P se le entregará un cupón para comprar 5 galones.

LUNES 5 DE JUNIO DE 1967 La Cámara de Comercio e Industria de El Salvador se ha dirigido a las institucio­nes similares de los otros países del istmo, pidiéndole­s una actitud solidaria en la defensa de los principios del libre comercio centroamer­icano. Se está tratando de lograr que intervenga en este problema la Federación de Cámaras de Comercio del Istmo Centroamer­icano.

VIERNES 5 DE JUNIO DE 1992 Grandes beneficios sociales, políticos, pero sobre todo económicos, han producido las cumbres presidenci­ales centroamer­icanas. Así lo declaró el ministro de Economía salvadoreñ­o, Arturo Zablah Kury, participan­te en la 12.ª cumbre en Managua, Nicaragua. Señaló que ha sido El Salvador el país más beneficiad­o por las medidas y acuerdos económicos suscritos por los mandatario­s desde 1986.

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