Submarino nuclear de EUA hace escala en medio de tensiones
Mientras tanto, Canadá dijo que quiere tener mayor incidencia, incluso en el área militar.
Un submarino nuclear de Estados Unidos atracó ayer para hacer escala en el puerto surcoreano de Busan, según informó Seúl, en otra muestra de poderío militar estadounidense en un momento de alta tensión en la península de las dos Coreas.
El submarino de propulsión nuclear USS Cheyenne, de 6,900 toneladas y 110 metros de eslora, cuyo puerto base se encuentra en Pearl Harbor (Hawái) y está dotado con armas nucleares, arribó a la citada ciudad portuaria ubicada al sureste del país asiático.
El objetivo de su visita es repostar y ofrecer descanso a sus aproximadamente 130 tripulantes, según dijo un oficial del Ejército surcoreano a la agencia local Yonhap, y añadió que no está previsto que el submarino participe en ninguna maniobra conjunta con Seúl.
El USS Cheyenne ha llegado a la península de Corea después de que el pasado fin de semana los portaaviones nucleares estadounidenses Carl Vinson y Ronald Reagan maniobraron en aguas próximas a Corea del Norte, en un despliegue interpretado como una advertencia ante los desafíos militares de Pyongyang.
El secretario de la Defensa de EUA considera que Corea del Norte es un “peligro claro y presente” para el mundo.
CANADÁ BUSCA LIDERAZGO
Por otro lado, Canadá anunció que aumentará su papel en el mundo para reforzar el “orden multilateral”, que incrementará el gasto militar para disminuir su dependencia de Washington y reafirmó su compromiso con Europa, en respuesta a las políticas impulsadas por Donald Trump.
La nueva política fue anunciada ayer por la ministra de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland.
Freeland alabó el papel que Estados Unidos ha ejercido durante 70 años. “En nombre de todos los canadienses, me gustaría agradecer profundamente a nuestros amigos estadounidenses”, dijo.
Mientras EUA cede su protagonismo internacional, Canadá “trabajará con otros pueblos y países que comparten objetivos”, entre los que Freeland nombró el multilateralismo, la alianza con Europa y la OTAN, el libre comercio y la promoción de los derechos de las mujeres. Además, declaró que “relaciones internacionales que parecían inmutables durante 70 años están siendo cuestionadas” y que alianzas que han sido “los cimientos de la seguridad y prosperidad durante generaciones están siendo puestos a prueba”.