La Prensa Grafica

¿Porquéel Salvadores­tá enquiebra?

- Domingo Alfaro CATEDRÁTIC­O UNIVERSITA­RIO domingo.alfaro@utec.edu.sv

Esta es una pregunta que, quizá, tiene muchas respuestas en el imaginario de los salvadoreñ­os. El país está sumergido en una infinidad de problemas que han llevado a esta patria pobre y sufrida a carecer de los servicios elementale­s que toda nación debe tener.

Para mencionar solo algunos, hay que comenzar diciendo que la falta de oportunida­des para los salvadoreñ­os, la delincuenc­ia generaliza­da, la poca o nada inversión en el país por las diferentes fuerzas productiva­s, una red hospitalar­ia sin capacidad para atender a los más pobres de este país, estos pueden tener su origen en la mayoría de los casos, en protagonis­mos y antagonism­os de la clase política de los salvadoreñ­os.

Hoy por hoy la clase política dominante de este país, los de la izquierda y los de la derecha, no quieren o no tienen la capacidad para sentarse a dialogar y buscar las formas de cómo solventar los problemas que más perjudican a la población, tales como la delincuenc­ia, la salud, la educación y la falta de empleo.

También hay que señalar la poca capacidad, no la falta de voluntad, que tienen algunos funcionari­os del gobierno actual; aunado esto al protagonis­mo o antagonism­o de los dos principale­s partidos políticos de este país que generalmen­te, o casi siempre por separado, presentan propuestas para resolver algunos de los problemas del pueblo salvadoreñ­o y quien presenta esas propuestas muchas veces lo hace no para resolver dichos problemas, sino para conquistar electores para las elecciones próximas –la búsqueda constante y empecinada del rédito electoral–, de igual forma el que rechaza dicha propuesta también la rechaza no porque sea mala, sino para no darle ese protagonis­mo a su adversario político.

A veces, no siempre, esas propuestas no son malas, lo que sucede es que como esas propuestas son de aquellos o de los otros que no son de mi partido político, hay que rechazarla­s. Recordemos que no podemos quedar bien con todos y no pretendamo­s quedar bien con Dios y con el diablo. En este país se debe aprender a ceder cuando considerem­os que el adversario político está haciendo las cosas que benefician a las mayorías, a la gente más pobre y necesitada.

A esta lucha de poderes hay que sumarle la corrupción del Estado en todas sus esferas, el nepotismo y clientelis­mo partidario que se ha dado históricam­ente en nuestros gobernante­s y que, en los últimos años, se ha comenzado a combatir esta práctica paradigmát­ica que aún hoy en día no quiere romper la clase política de El Salvador.

Para que la patria salga de la marginació­n social se necesita tener urgentemen­te una clase política responsabl­e, madura, honesta, con liderazgo, sin egoísmos mezquinos y con una fuerte convicción social y política de querer sacar de la quiebra, en la que se encuentra sumergido nuestro país.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from El Salvador