Resolución en manos del fiscal especial Robert Mueller
Comey dejó a Mueller resolver si Trump obstruyó o no la Justicia.
hasta el 9 de mayo, cuando el mandatario lo despidió.
Nunca antes un exdirector del FBI había acusado bajo juramento, ante las cámaras y en la cámara alta a un presidente estadounidense
Uno de los momentos más tensos del testimonio ante los congresistas fue cuando Comey no quiso descartar si Trump se coordinó de alguna manera con operativos rusos, porque esta connivencia sería algo tan grave que podría llegar a ser traición, y aseguró que prefería discutirlo a puerta cerrada.
Es más, Trump, según el exjefe del FBI, nunca le pidió investigar los constantes intentos de los rusos de interferir en las elecciones para “influir en la manera en que se vota y piensa”, que el exdirector considera probados.
El presidente no le dio el gusto a aquellos que en algunos bares de Washington esperaban a que contestara a Comey en su hiperactiva cuenta de Twitter y hacer valer la promesa de una ronda de cerveza gratis si eso ocurría.
El presidente se limitó a asistir a una conferencia conservadora en Washington para destacar sus logros e ignoró a los periodistas que le pidieron una reacción en una reunión sobre infraestructuras en la Casa Blanca. Kasowitz subrayó que Comey mintió al asegurar que el mandatario le pidió “lealtad”, y recomendó investigar al exdirector por filtrar sus conversaciones con Trump a la prensa. El exdirector del FBI, James Comey, acusó ayer al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de “mentir” y, tras relatar ante el Senado las “preocupantes” situaciones que vivió con el mandatario, confió en que el fiscal especial para la investigación sobre Rusia, Robert Mueller, determine si el mandatario incurrió en una posible “obstrucción a la justicia”.
Durante su esperada audiencia ante el Comité de Inteligencia del Senado, Comey describió sus encuentros con el magnate y deseó que hubiera grabaciones de los mismos, cuya existencia llegó a insinuar Trump hace unas semanas.
“He visto esos tuits. Dios mío, espero que haya cintas”, exclamó Comey al ser preguntado al respecto, minutos antes de confirmar que él mismo permitió la filtración de las anotaciones que había tomado de sus conversaciones con el mandatario a través de un amigo.
Comey confesó haber filtrado esas notas para “impulsar el nombramiento de un fiscal especial”, que indagara la posible confabulación entre la campaña de Trump y el Gobierno ruso para interferir en las elecciones presidenciales del pasado año.
“Estaba honestamente preocupado por el hecho de que el pudiera mentir sobre la naturaleza de nuestro encuentro”, dijo el exdirector del Buró Federal de Investigaciones (FBI). “Sabía que podría llegar un día en que pudiera necesitar un registro de lo que pasó no solo para defenderme, sino para defender al FBI”.
Trump despidió de manera inesperada al alto funcionario el pasado 9 de mayo, lo que despertó una fuerte polémica, ya que muchos lo interpretaron como un intento de frenar las pesquisas de Comey sobre los vínculos con Rusia.
“Ustedes saben que estamos bajo asedio, (mis partidarios y yo) estamos bajo asedio, pero saldremos más grandes y mejores y más fuertes que nunca”. DONALD TRUMP, PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS