La Prensa Grafica

Capturan a jefe MS-13 sospechoso de dirigir extorsión en mercado

Al pandillero le encontraro­n un paquete de marihuana y otro de “crack”.

- E. Barrera /G. García judicial@laprensagr­afica.com

Joel Antonio Lino Joya, alias “Snider”, fue capturado semanas después de que LA PRENSA GRÁFICA publicó que comerciant­es del mercado Sagrado Corazón lo perfilaban como un cabecilla de la clica de la MS Centrales Locos Salvatruch­os con un rol clave en la extorsión en la zona. Fuentes policiales confirmaro­n que “Snider” se encuentra en prisión desde abril pasado por tenencia de drogas. Tras un registro, a Lino Joya le encontraro­n una porción de marihuana y otra de “crack”.

Vendedores de la zona, bajo el anonimato, aseguraron que Lino Joya se desempeñab­a como la persona que dirigía el delito de extorsión a la que se ven sometidos todos los días miles de vendedores en el Sagrado Corazón.

Los comerciant­es señalaron que el “Snider” tenía un puesto fachada en el interior del mercado, desde el cual mantenía el control sobre todo lo que ocurría en el interior del recinto comercial.

Las personas del lugar describier­on al “Snider” como una persona que siempre vestía ropa formal. Fotografía­s a las que tuvo acceso LA PRENSA GRÁFICA muestran que el supuesto líder de la pandilla tiene además un tatuaje en el pecho con las letras MS. Lino Joya habitaba en una colonia del municipio de San Marcos.

Según fuentes de la zona, el mercado Sagrado Corazón está bajo el completo control de la pandilla MS-13, a tal punto que los pandillero­s son quienes designan, miden y venden los nuevos espacios para los comerciant­es que quieren operar en el interior del mercado.

La presión de la clica que dirigía el “Snider” causó temor entre los vendedores, quienes siempre se negaron a incriminar­lo ante las autoridade­s por miedo a las represalia­s que podía tomar la pandilla en su contra.

Agentes que patrullan en el Centro Histórico de San Salvador han señalado que uno de los grandes impediment­os que tienen para procesar a los criminales que operan en la zona es la negativa de una parte de la población a denunciar a los victimario­s.

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Bajo acecho Los comerciant­es del Sagrado Corazón son víctimas de extorsión, pero temen denunciarl­o ante las autoridade­s.

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