Padres, en desesperación, arrojaron a sus bebés
Un devastador incendio en un rascacielos de viviendas en el centro de Londres acabó ayer con la vida de al menos 12 personas y se estima que la cifra de víctimas podría ser mayor, según indicó la Policía Metropolitana (Scotland Yard).
“Lamentablemente no creo que haya más supervivientes”, dijo a la prensa Stuart Cundy, de Scotland Yard. Aún hay desaparecidos, agregó Cundy, quien no ofreció una cifra concreta. Los bomberos consiguieron rescatar a 65 personas de las llamas.
Ayer hasta bien entrada la tarde, al menos 79 personas estaban siendo atendidas en hospitales como consecuencia de las heridas sufridas por el fuego y 18 de ellas se encontraban en estado crítico.
La primera ministra británica, Theresa May, prometió una “investigación minuciosa” de las causas del siniestro, destacó el trabajo de bomberos y rescatistas y expresó su solidaridad con los damnificados.
“Esta noche muchas personas no tendrán un lugar adonde ir, han perdido todo. Ayudarlos es nuestro objetivo primordial”, expresó May. Según algunos medios, había hasta 600 personas en esa torre de viviendas sociales ubicada en el barrio de Kensington. Hubo personas que saltaron al vacío en un intento por escapar de las llamas. Una madre lanzó a su bebé desde la “planta novena o décima”, dijo un testigo. La mujer hizo gestos indicando que quería lanzar a su hijo desde la ventana medio abierta. Un hombre corrió en dirección a la ventana y atrapó al niño. Se desconoce qué le pasó posteriormente a la familia. Otro testigo dijo que había visto cómo unos padres lanzaron a tres niños desde más o menos el decimoquinto piso. “Eran pequeños, tal vez entre cuatro y ocho años”, contó. Señaló, además, que no había podido ver si la policía o los bomberos consiguieron atrapar a los niños.
Los trabajos de rescate se prolongarán durante varios días, según la Policía. “Nosotros nos quedamos aquí hasta que el trabajo esté hecho... Tenemos previsto quedarnos durante toda la noche”, dijo un portavoz de los bomberos en la capital británica.
El fuego comenzó poco después de la medianoche. Ayer en la madrugada, todo el edificio de 24 plantas estaba envuelto en llamas. A pesar de ello, la estructura seguía siendo lo suficientemente estable como para seguir buscando dentro a personas con vida. Los bomberos lograron llegar al último piso.
Un experto examina constantemente la estabilidad de este edificio de viviendas sociales, según dijo la jefa de los bomberos de Londres, Dany Cotton.
La torre Grenfell data de 1974 y entre 2014 y 2016 fue remodelada. Antes del siniestro hubo quejas de los residentes por las insuficientes medidas de prevención de incendios.
La empresa que se hizo cargo de la reforma, Rydon, reaccionó consternada y aseguró que se cumplieron los controles, las disposiciones antiincendios y los estándares de seguridad.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, prometió una investigación amplia.
La primera llamada de emergencia se hizo ayer a las 12:54 de la madrugada.