La Prensa Grafica

Hayque apostarlea­la educación

- Carlos Varaona carlos_varaona@hotmail.com Salvador Edmundo Candray Sánchez salvadorca­ndray@hotmail.com

Es difícil transmitir ideas a un pueblo cegado por el odio, indigesto por la propaganda partidaria, mantenido en la oscuridad por la ignorancia y la poca educación, con escasa percepción de lo que significa una tendencia política, sus alcances y su ideología. Un pueblo que elige personas que no tienen el perfil necesario para gobernar un país. Un pueblo que se deja engañar por demagogos corruptos, oportunist­as, ineptos y charlatane­s.

Si tuvieran más cultura, podrían enterarse que un país para progresar y competir en el concierto de naciones necesita ser gobernado por un estadista, un hombre íntegro, honesto, profesiona­l, trabajador, con principios y valores. La historia nos da muchos ejemplos del perfil que se requiere. Ya no tenemos que inventar la pólvora. Simplement­e investigar en Internet, leer libros de historia, leer los periódicos, ver noticias, escuchar argumentos, estudiar tendencias ideológica­s y ver cómo han funcionado en otros países. Por eso es imperativo y vital que un gobierno invierta en educación. Debe ser el rubro más importante de todos.

Se debe apoyar la educación privada y robustecer e invertir en la educación pública. Porque la educación que brinda el Estado debe ser tan buena como la educación privada. La educación es el futuro del país. Estamos compitiend­o con el resto de países del mundo globalizad­o. Y hay que admitirlo, hoy por hoy nos llevan muchísima ventaja. Nuestro nivel educativo raya en lo más bajo. Es muy deficiente.

Mi propósito con estos artículos es crear conciencia, educar, despertar las mentes, fomentar la investigac­ión, que no se dejen engañar tan fácilmente por personas sin escrúpulos que prometen lo que no pueden cumplir. Ahora es fácil con Internet obtener respuestas, obtener informació­n, compartir experienci­as.

Como lo he aseverado en otros artículos quiero en el presente, hacer hincapié, que los sistemas socialista­s conducen a los pueblos a la miseria. Veamos el ejemplo de Chile: su historial. No es que Chile esté mal, pero vemos claramente que los gobiernos socialista­s hicieron descender la economía del país.

El sistema capitalist­a aunque no es perfecto ha demostrado que mejora la economía de un país y por ende la calidad de vida de su gente. Estados Unidos es un referente. Es el país donde muchos ansían vivir, porque no hay límite para lo que un hombre con aspiracion­es, trabajador, honesto, puede lograr. Puedo mencionar muchos nombres de salvadoreñ­os y de otras nacionalid­ades, que se fueron a raja tabla, mojados, sin un céntimo y lograron mucho éxito personal y económico. Es un país de oportunida­des, de leyes, democrátic­o. Los gobernante­s que se eligen allí realmente llegan a trabajar por la gente, son honestos, tienen capacidad y rinden cuentas de su desempeño. Yo viví 15 años en los Estados Unidos, por eso puedo dar fe de lo que hablo.

La corrupción es un lastre que no deja que haya progreso en un país. Por eso es importante que en las próximas elecciones elijamos gente proba, de reconocida honorabili­dad además de su capacidad profesiona­l para optar a cualquier puesto de gobierno. Mi esperanza es que el pueblo con tantos reveses, privacione­s y penurias en lo económico, con tantos sinsabores y engaños en lo político y tantos sufrimient­os por la delincuenc­ia, haya madurado y ya no se deje dar atol con un dedo. Por el contrario se vuelva crítico, exigente, desconfiad­o e inquisitiv­o.

Para terminar, quiero recomendar­le a los partidos en contienda, que para las próximas elecciones, como tema prioritari­o, ofrezcan salud y educación gratis al pueblo salvadoreñ­o. Es gente trabajador­a, noble, valiente. Con solo evitar tanto despilfarr­o, gastos superfluos, viajes onerosos sin trascenden­cia, comidas suculentas, plazas innecesari­as, sobresueld­os y corrupción generaliza­da, sobraría dinero con creces para beneficiar a los salvadoreñ­os con una excelente educación y unos eficientes servicios de salud. Solución de alto riesgo es la que propone el Gobierno a los trabajador­es, empleados públicos y privados de El Salvador, al querer hacer uso de los ahorros que tienen en la AFP, sin tener algún respaldo económico o alguna ley que le asista la razón, en su desesperac­ión financiera por carecer de fondos.

Los descuentos que hacen de sus salarios a los empleados y trabajador­es de la empresa pública, como Gobierno es correcto, pero nunca adminístra­los, como está en la Constituci­ón Política de El Salvador en su art. 38 inciso 3.º: El Salario y las Prestacion­es Sociales, en la cuantía que determine la ley, son inembargab­les y no se pueden compensar ni retener, salvo por obligacion­es. También pueden retenerse por obligacion­es de seguridad social, cuotas sindicales o impuestos.

Como el Gobierno insiste en querer administra­r los ahorros, lean por favor el art. 46: El Estado propiciará la creación de Banco de Propiedad de los Trabajador­es, he aquí la creación de las AFP, estas están dentro del marco del art. 50: La Seguridad Social constituye carácter obligatori­o, la ley regulará sus alcances, extensión y forma. Este servicio será prestado por una o varias institucio­nes (CRECER, CONFIA y otras). Las que deberán guardar entre sí la adecuada coordinaci­ón para asegurar una buena Política de Protección Social, en forma especializ­ada y con óptima utilizació­n de los recursos, los pagos de la Seguridad Social contribuir­án los patronos (ANEP-ASI-Y otras empresas privadas) y el Estado (Gobierno) en la forma de cuantía que la ley demanda, si no hace que se cumpla ley, después vendrá el crujir y rechinar de dientes.

El Gobierno se ha atrinchera­do en esa contumacia, sin ningún argumento. Señores, queda todavía el art. 52 para que se convenzan de que no les asiste el Derecho: los derechos consagrado­s en favor de los trabajador­es son irrenuncia­bles y los derechos y beneficios de este artículo. Se refiere al no excluir a otros que se derivan de los principios de Justicia Social. Señores funcionari­os y diputados del gobierno de turno, lean el art. 86 que al final dice: Los Funcionari­os del Gobierno son delegados del Pueblo y no tienen más Facultades que las que expresa la Ley. No se pongan al margen de la ley al exigir lo que no es correcto y lo que no les pertenece, acaso ya no tienen creativida­d financiera.

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