Van Gogh llega al cine con un filme animado
“Loving Vincent” son 65,000 instantáneas tomadas en alta definición de pinturas al óleo.
Una bala en el abdomen y otra en el pecho le quitaron la vida Vincent van Gogh, un final trágico que el filme “Loving Vincent” explica en 65,000 fotogramas pintados al óleo por 125 artistas al estilo del genio holandés y, que ahora, compite en la sección oficial del Festival de Animación de Annecy.
Escrita y dirigida por Dorota Kobiela y Hugh Welchman, la película se grabó en un principio con
“Es extraño que Van Gogh se suicidara justo en el momento en que empezó a tener de éxito, cuando comenzó a recibir el reconocimiento que su obra merecía”. DOROTA KOBIELA
actores y, después, fue pintada al óleo a mano fotograma por fotograma, una técnica jamás utilizada en el cine.
“Vincent Van Gogh es probablemente el único pintor que en su carrera abordó un espectro tan amplio de temas que son muy personales: su habitación, su bar favorito, su cartero... De hecho, si pones los cuadros uno detrás del otro, casi crean las viñetas de un guión”, explicó Kobiela, que ha dedicado los últimos siete años a “Loving Vincent”.
“No hay ningún otro artista en el que me hubiera podido inspirar”, reconoció la directora polaca, que apostó por recrear las dos últimas semanas de vida y la misteriosa muerte del máximo exponente del postimpresionismo.
El Museo del Prado español expone, por vez primera en su historia, una muestra dedicada a obras y artistas que trataron el amor homosexual o fueron perseguidos por ello.
La exposición, titulada “La mirada del otro. Escenarios para la diferencia”, reune 30 trabajos entre pinturas, esculturas y dibujos, como el grupo escultórico de la Roma Antigua “Orestes y Pílades”, de la escuela del escultor Pasiteles, o “David con la cabeza de Goliat”, del pintor barroco Caravaggio.
También algunas menos conocidas, como el retrato de un león, “El Cid”, de la francesa del siglo XIX Rosa Bonheur, la única mujer representada en esta exposición y quien se tuvo que identificar como hombre para poder pintar; y “El Maricón de la Tía Gila”, de Francisco de Goya.
La exposición, con la que el Prado se suma a la celebración del Worldpride 2017 en Madrid, está planteada en un recorrido, no en ninguna sala específica, porque son obras que, en su mayoría, ya figuraban en el museo.
El director del Prado, Miguel Falomir, expresó que: “Quiero destacar la palabra público, porque es para todos y tiene la obligación de dar cabida a todas las sensibilidades y ser incluyente y no excluyente”.