Tres iniciativas que brindan esperanza
David Goleman, autor del libro La Inteligencia Emocional, describe la esperanza como una aptitud magistral y relata el estudio del psicólogo C. R. Snyder, de la Universidad de Kansas, donde descubrió que las personas que muestran elevados niveles de esperanza comparten ciertas características, entre otras, la de ser capaces de motivarse a ellos mismos, sentirse lo suficientemente hábiles para encontrar formas de alcanzar sus objetivos, asegurarse cuando se encuentran en un aprieto que las cosas van a mejorar, ser lo suficientemente sensibles para encontrar diversas maneras de alcanzar sus metas o modificarlas si se vuelven imposibles, y tener la sensación de reducir una tarea monumental en fragmentos más pequeños y manejables. Abrigar esperanzas significa que uno no cederá a una actitud derrotista, ni a la depresión cuando se enfrente a desafíos y contratiempos.
Actualmente los salvadoreños somos testigos de tres iniciativas que nos brindan esperanza de un mejor futuro para nuestro país.
Un trabajo extraordinariamente elaborado, responsable, totalmente factible con indicadores claros. Este fue desarrollado por líderes políticos, empresariales y de la sociedad Civil de los tres países con apoyo del Atlantic Council de los Estados Unidos que fue presentado en nuestro país el pasado 20 de junio, consiste en enfrentar los principales desafíos de la región como: el desarrollo económico sostenible, fortalecer el Estado de derecho y fortalecer la seguridad. La naturaleza multisectorial del grupo le ha permitido proponer recomendaciones a los gobiernos de los tres países, así como al gobierno del presidente Trump y al Congreso norteamericano, una estrategia integral que podrá corregir el rumbo en los aspectos señalados. El informe es una hoja de ruta para enfocar la cooperación estadounidense. El grupo de El Salvador fue liderado magistralmente por la excanciller María Eugenia Brizuela de Ávila.
El jueves 16 y viernes 17 de junio una representativa delegación de líderes del Sector Privado y funcionarios de Gobierno, con el apoyo de la embajadora Jean Manes, se reunieron en Miami con funcionarios de la Administración Trump, el vicepresidente Mike Pence, el secretario de Estado Rex Tillerson y el titular del Departamento de Seguridad Interna John Kelly, con el objetivo primordial de obtener la ratificación de la administración Trump sobre el aporte de $650 millones para este año y $460 millones el próximo año, para procurar la seguridad y prosperidad del Triángulo Norte. La embajadora Manes declaró: La conferencia fue un día histórico, y agregó: Creo que, si nos enfocamos en una o dos cosas que se implementen de verdad, puede funcionar. El canciller Hugo Martínez afirmó: Se ha obtenido el compromiso de la administración Trump de seguir cooperando con el plan de la Alianza por la Prosperidad en el Triángulo Norte y la voluntad con la región y El Salvador. Luis Cardenal, presidente de ANEP, propuso una agenda de desarrollo económico y social, de competitividad, seguridad, generación de empleo, institucionalidad democrática, infraestructura e integración regional del mercado de energía. El objetivo de la reunión se cumplió.
DEJEMOS LA DESCONFIANZA A UN LADO Y DEMOS OPORTUNIDAD A ESTAS INICIATIVAS, DEMOS ESPACIO A LA ESPERANZA QUE VEREMOS UN MEJOR PAÍS DONDE PODAMOS VIVIR EN PAZ Y LIBERTAD, SIN QUE LA DELINCUENCIA IMPIDA ESTOS DERECHOS.
El embajador Benito Andión, diplomático de amplia carrera, ha sido designado por el secretario general de Naciones Unidas para facilitar el diálogo que conduzca a una fórmula de avenencia de las opiniones de todos los sectores, con una metodología que conduzca a una propuesta para un nuevo Acuerdo de país, fresco, nuevo, distinto.
Estimo que las tres iniciativas tienen el desafío de sinergizar y encontrar las dos o tres prioridades que se deben desarrollar en el corto, mediano y largo plazo. La difícil situación que vive el país de inseguridad, bajo crecimiento, falta de inversión, falta de empleo, impago, aduanas ineficientes, amerita esfuerzos conjuntos, sumar no restar, que los recursos destinados a estas iniciativas se multipliquen en resultados y esto se logrará si los esfuerzos no están divididos.
Dejemos la desconfianza a un lado y demos oportunidad a estas iniciativas, demos espacio a la esperanza que veremos un mejor país donde podamos vivir en paz y libertad, sin que la delincuencia impida estos derechos, para que nuestros hijos tengan buena educación, para que si enfermamos podamos acudir a un buen hospital y ser bien atendidos, para tener servicios públicos de calidad, para que los empresarios invirtamos y generemos empleos dignos, para que los jóvenes tengan confianza de un futuro mejor donde poder desarrollarse en su propio país.
Si, todo esto es posible, nuestro país lo merece y recordemos que este es nuestro país, cuidémoslo, no tenemos otro.