Las3mujeres presidentes quenotuvieron unfinalfeliz, ¿maldicióndel machismo político?
En 2013 cuatro naciones de Latinoamérica eran gobernadas por mujeres, simultáneamente. Estos cuatro países estaban representados por la argentina Cristina Fernández, la costarricense Laura Chinchilla, la brasileña Dilma Rouseff y la chilena Michelle Bachelet, actualmente en el cargo. Entre las naciones pioneras de la historia reciente del mundo, tenemos Sri Lanka (Sirimavo Bandaranaike), India (Indira Gandhi) e Israel (Golda Meir, la Dama de Hierro), que eligieron mujeres en sus cargos máximos durante la década de 1960.
De acuerdo con un estudio del Foro Económico Mundial, entre 2014 y 2016, 56 (38 %) de las 146 naciones analizadas habían tenido una cabeza de gobierno o Estado femenina por al menos un año en la última mitad de siglo. En 2017, 16 mujeres están dirigiendo los destinos de sus poblaciones, a saber: Theresa May, Doris Leuthard, Beata María Szydlo, Erna Solberg, Bidhya Devi Bhandari, Ameenah Gurib-fakim, Hilda Heine, Marie-louise Coleiro Preca, Dalia Grybauskaite, Ellen Johnson Sirleaf, Angela Merkel, Kersti Kaljulaid, Kolinda Grabar-kitarovic, Michelle Bachelet, Saara Kuugongelwa-amadhila y Sheikh Hasina.
Sin embargo, no todas las historias han tenido un final feliz. A continuación destacamos tres mujeres presidentes que han sido víctimas de un golpe de Estado militar, destituciones parlamentarias o magnicidio.
1. María Estela Martínez de Perón, Argentina. Fue la tercera esposa del general Juan Domingo Perón. El pueblo argentino amó profundamente a Evita Perón, pero sería Isabelita quien dos décadas después, en su calidad de vicepresidenta de Argentina, asumiría el poder en 1974 tras la muerte repentina de su esposo, el general Perón, convirtiéndose en la primera mujer gobernante de la región. Su derrocamiento se perpetró dos años después en 1976.
2. Park Geun-hye, Corea del Sur. Fue la primera y única mujer presidente del país asiático de 2013 a 2017 cuando fue destituida por el Parlamento coreano, decisión respaldada por el Tribunal Constitucional. Su destitución por corrupción en marzo de 2017 prosiguió con su arresto dos semanas después, acusada formalmente de abuso de poder, soborno, coacción y filtración de secretos del gobierno. Park Geun-hye cayó en desgracia por su alegada asociación a la colaboradora Choi Soon-sil, quien sin cargo público ejerció una enorme influencia en el gobierno de Park solo comparada con la que tuvo el monje Rasputín sobre el zar Nicolás II en Rusia.
3. Dilma Rousseff, Brasil. Opositora de la dictadura que gobernó Brasil de 1964 a 1985 y encarcelada por tres años en 1970 por formar parte de un movimiento guerrillero. En 2010 Dilma se convirtió en la primera mujer presidente de Brasil, una de las economías más grandes del mundo. Se alegó su involucramiento en el escándalo de la operación “Lava Jato” (lavado de autos), así como su mala gestión de la contabilidad estatal, produciéndose su destitución parlamentaria antes de terminar su segundo mandato en 2016. Su participación en estos escándalos no se ha podido comprobar, pero lo cierto es que los legisladores que la destituyeron son los que hoy salvan al presidente Michel Temer de una situación similar. ¿Machismo político o todos se cubren las espaldas?
Hoy el cambio de paradigma tiene una fuerza superior a la resistencia de siempre y se vislumbra un futuro brillante para un mundo más inclusivo, multipolar y con un enfoque de género sincero, voluntad política.