Inflamación, clave en el desarrollo del Alzheimer
Una investigación concluyó que la privación de glucosa en el cerebro desencadena la aparición del deterioro cognitivo.
Uno de los últimos y más sorprendentes estudios sobre el Alzheimer, realizado por la Escuela Lewis Katz de Medicina en la Universidad de Temple, en Filadelfia, Estados Unidos, y publicado en marzo de 2017, halló el signo más temprano de la enfermedad que borra los recuerdos: ese primer signo consiste en una disminución de los niveles de glucosa en el cerebro, que aparece en las primeras etapas del deterioro cognitivo leve, es decir, antes de que los síntomas de problemas de memoria empiecen a surgir.
Esa investigación concluyó que la privación de glucosa en el cerebro desencadena la aparición del deterioro cognitivo.
Ahora, estamos frente a otro hallazgo sorprendente: un estudio internacional, publicado Nature Genetics, descubrió que la inflamación del cerebro podría desempeñar un papel clave en el alzhéimer.
Los científicos hallaron que hay dos nuevos genes (PLCG2 y ABI3) y una nueva variante de un gen ya conocido (TREM2), asociados a la enfermedad de Alzheimer. Estos forman parte del sistema de inmunitario y se expresan de forma predominante en las células del sistema inmune que se encuentran en el sistema nervioso central. Estas células son las encargadas de la regulación de los fenómenos inflamatorios que tienen lugar en el cerebro, y que podrían “preparar el campo” para el desarrollo de esta forma de demencia. El estudio, en el que participó un equipo especialista en enfermedades neurodegenerativas del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y el Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla (IDIVAL), en España, se ha centrado en analizar variantes genéticas poco frecuentes en la población (afectan a menos del 1 %) que se encuentran en aquellas áreas encargadas de codificar los aminoácidos y que pueden influir en el riesgo de padecer alzhéimer.