Cerdos para trasplantes
La clonación de estos mamíferos libres de todos sus retrovirus endógenos inactivados resuelve el principal escollo para utilizar esos animales como fuente de órganos.
Entre las varias posibilidades que la biotecnología actual plantea para fabricar órganos para trasplantes, hay una que los expertos –incluidos los expertos en trasplantes— consideran especialmente viable a corto plazo: usar cerdos como incubadores de órganos. Por humillante que pueda parecer, el cerdo es uno de los animales más parecidos a nosotros, incluso en aspectos fisiológicos y metabólicos de gran complejidad. Y el avance que hemos conocido esta semana ha barrido de un plumazo uno de los escollos principales hacia ese objetivo de enorme interés médico.
Lee en Materia cómo un consorcio de científicos norteamericanos y chinos ha generado cerdos completamente libres de retrovirus endógenos, un tipo de virus cuyo ADN está integrado en decenas de sitios del genoma de los animales, y que pueden activarse al trasplantar el órgano, con consecuencias desastrosas.
Los retrovirus endógenos han desconcertado a los genetistas desde hace décadas. Nuestro propio genoma está plagado de residuos de antiguos retrovirus, y algunos siguen activos y saltando de un lugar a otro durante nuestro desarrollo. Los cerdos tienen 62 retrovirus endógenos, y sus genes son funcionales, permitiéndoles saltar de un lugar a otro cuando las células porcinas están rodeadas de células humanas, como ocurriría en caso de un trasplante. Su desactivación es por tanto esencial. Quedan otros escollos importantes, sobre todo los relativos a la compatibilidad tisular.