Wuillyarteaga ysumágico violín
¿Se preguntarán quién es Wuilly Arteaga? Es un violinista venezolano que los chavistas han golpeado y apresado por manifestarse en las calles por tocar notas musicales. En sus manos lleva un violín que parece le saca canas verdes a los chavistas; en especial al que se cree un dios, Nicolás Maduro. Venezuela se está hundiendo lentamente. La comunidad internacional y la oposición le han demostrado que ya no es posible vivir con esa supuesta democracia.
En una manifestación Wuilly expresó: “Porque amo a mi país, este es mi único instrumento, porque voy a luchar por la libertad de mi país hasta que sea necesario, por la libertad de mi país, por Venezuela todo, por Venezuela todo; resistencia, resistencia”. Venezuela por el momento es un país fallido.
En medio de esas manifestaciones, en donde a la fecha han fallecido 125 personas con las esperanzas de ver a una Venezuela libre, se logra percibir que muchos quieren tener elecciones libres. No una Constituyente amañada en donde el fraude se evidenció. Nos quieren dar atol con el dedo.
El joven violinista Wuilly no cesa de tocar, no es parte de la orquesta que estaba en el Titanic, aunque parece que Venezuela se hunde. Eso no les agrada a los chavistas, sienten en cada nota musical un clamor que dice ¡Basta ya! ¡Fuera Maduro del poder! Parece que es el violinista de Venezuela, tal como el de Hamelín. Muchos lo apoyan por la causa “Libertad para los venezolanos”.
Se observa a Capriles; Tintori, a su esposo, Leopoldo López; y muchos líderes venezolanos que están luchando incansablemente por rescatar a su país. Los líderes de muchos países que aman la democracia les apoyan, excepto nuestro país El Salvador. El gobierno del FMLN hasta les está abriendo las puertas a los chavistas. La ideología de Maduro ha logrado enamorar bien a la Fuerza Armada venezolana, aunque ya algunos militares están reaccionando, ejemplo el militar Óscar Pérez.
Maduro escuchará un día en la cárcel o en el más allá ese violín, tragará grueso cuando analice todos los errores que cometió por necio y tirano. Las notas musicales que se expanden por toda Venezuela se mezclan con la sangre de más de un centenar de víctimas ocasionada por la barbarie chavista. Las estupideces y show que monta Maduro en su programa televisivo es parte de su control mediático.
La comunidad internacional, especialmente Estados Unidos, a través del presidente Trump desean que en ese país suramericano acabe la represión. Los opositores venezolanos siguen manifestándose porque ya no soportan la situación. En las fotos y videos se observa a personas buscando alimentos en los basureros, los supermercados tienen escasez de productos, la deuda externa crece, la moneda venezolana vale menos que un centavo de dólar, etcétera.
Podríamos preguntarnos: ¿Qué nos importa lo que sucede en Venezuela?, pues mucho; recordemos que tenemos el segundo gobierno de izquierda y, todo lo que los chavistas alaban, acá les dan el espaldarazo los del FMLN.
No le queda mucho tiempo al régimen de Maduro, todo el mundo sabe que hizo trampa en la supuesta elección de la Constituyente. El Socialismo del Siglo XXI no es lo que se esperaba para los que buscaban un cambio. Mucha gente en Venezuela está paupérrima, los únicos que están bien son los que recogen las migajas del chavismo.
Al artista Arteaga le han roto el violín, le han golpeado y arrestado, pero no se rinde. Ha sido liberado por el momento; sin embargo, seguirá manifestándose en las calles venezolanas en contra del régimen chavista. No han podido acallar al violinista, sus ritmos latinoamericanos se escucharon hasta en Washington. Ha hecho llorar hasta a los de la Guardia Nacional venezolana.