El entrenador más querido de Cal North es un salvadoreño
ALUMNOS, EN PROMEDIO, FORMAN EL EQUIPO DE RICCARDO OLIVA EN LA CALIFORNIA YOUTH SOCCER LEAGUE ASSOCIATION (CAL NORTH). Riccardo Oliva reconstruyó su vida en EUA, donde llegó para buscar tener una más digna. Ahí se ha dedicado a compartir con los niños su
Cuando era niño, Riccardo Oliva vivió la guerra civil salvadoreña en su natal Aguilares. En medio de las necesidades de una familia de cinco hermanos y una madre que los educó sola, el pequeño Riccardo encontró una fuente continua de alegría que todavía lo anima: el fútbol.
Este compatriota, apasionado del deporte, recibió el reconocimiento de Entrenador del Año de California en junio pasado.
“El fútbol lo llevo en mi sangre y es mi religión”, expresó. Su práctica continua lo llevó a jugar en primera división con el Fuerte Aguilares y también estuvo en la liga universitaria salvadoreña.
Oliva hizo el esfuerzo de llevar al mismo tiempo los entrenos, los partidos y las actividades académicas en la Universidad Tecnológica. Ahí logró terminar sus estudios en Informática.
Ya graduado, comenzó a trabajar en una zona franca, pero se quedó sin empleo y tuvo que buscar otra fuente de ingreso. Decidió irse a Estados Unidos.
Riccardo llegó a finales de 1999 por la misma vía que cientos de miles de compatriotas: como indocumentado. Ahí buscó trabajo, y, desde luego, mantenerse activo en el fútbol.
Pronto conoció a Sage, con quien después formaron un hogar en el que también el fútbol es el deporte rey.
Para 2001 ya estaba dedicando varias horas a ser “coach”, la palabra en inglés para entrenador.
“Mi objetivo es ayudar a los niños que no tienen las posibilidades de pagar una cuota en una escuela de fútbol”, explicó Oliva.
Igual que le pasó a él de niño, el deporte cambia la actitud de sus jóvenes alumnos. “Les cambia la personalidad: son más amables y más responsables”, comentó.
“Se vuelven cooperativos, aprenden a trabajar en equipo y construyen aspiraciones para su futuro”, expresó.
La comunidad no pasó por alto la dedicación del “coach”. Así, la asociación deportiva Cal North le dio a Oliva el premio Entrenador del Año para el distrito V.
“Estábamos en la celebración de ese premio y, durante la comida, me llamaron. Yo no sabía para qué era”, narró Oliva.
Se dio cuenta que lo habían llamado para darle el premio a Entrenador del Año de California, por parte de Cal North, la asociacion local de fútbol. Además, el concejo municipal del condado de Rohnert Park le entregó a Oliva un certificado de reconocimiento por sus logros como entrenador.
“Los salvadoreños también podemos salir adelante con esfuerzo, dedicación y si creemos en nosotros mismos”, concluyó el llamado “coach Riccardo”.
“Es una motivación para seguir adelante. Los latinos podemos crear oportunidades, ser solidarios no importa dónde estemos y así, salir adelante”. RICCARDO OLIVA, ENTRENADOR DEL AÑO DE CAL NORTH