LA OBESIDAD DIO ALCANCE A LA DESNUTRICIÓN EN EL PAÍS
Un total de 66 municipios tienen desnutrición muy alta y otros 66 obesidad muy alta. Las dos situaciones son muy preocupantes y graves para el Programa Mundial de Alimentos.
San Luis del Carmen, en Chalatenango, es el municipio con mayor obesidad en el país, tipificada como muy alta en contraste con el municipio de Tacuba, en Ahuachapán, que es el que tiene la mayor desnutrición, también calificada como muy alta, según un estudio que realizó el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en 2016.
Junto a San Luis del Carmen, otros 65 municipios más tienen problemas de sobrepeso considerados críticos. La mayoría de los casos están concentrados desde la zona central hacia la occidental del país, con gran incidencia en el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS).
“En el área rural hay falta de ingesta calórica, en el área urbana la hay, pero no es la adecuada” y es esta última situación la que está generando el sobrepeso y la obesidad, aseguró el director ejecutivo del PMA, David Beasley, quien recientemente visitó el país.
El Programa Mundial de Alimentos celebró que la desnutrición en el país bajó de 19 % a 14 %, pero la tarea todavía tiene una gran dimensión, sobre todo en departamentos como Ahuachapán y Sonsonate y en la zona norte del oriente del país.
“La desnutrición no necesariamente tiene que estar en una contraposición directa con la obesidad; es decir, a más obesidad menos desnutrición”, sobre Beasley.
La alegría por la reducción de la desnutrición se transformó, sin embargo, en una preocupación seria por la obesidad; de hecho, el Ministerio de Salud ya había advertido que es un problema complicado para enfermedades bases como diabetes, la hipertensión e insuficiencias cardíacas.
Y hay más: la Unidad de Epidemiología del Cáncer del Departamento de Salud Pública en la Universidad británica de Oxford determinó que los hombres obesos (a partir de un IMC de 29.2) tienen 32 % más de riesgo de ser diagnosticados de cáncer de próstata.
GORDOS EN LA URBANA
El estudio del PMA reveló que las concentraciones de obesidad y sobrepeso están en las áreas urbanas, ocho de las cabeceras departamentales están en el rango de muy alta, otras cinco en alta y solo una, Ahuachapán, donde la desnutrición es crónica, está en el conjunto de baja obesidad.
El AMSS es una muestra de cómo en la urbanidad gana gordura. San Salvador, Antiguo Cuscatlán y Soyapango están entre los primeros 10 municipios con obesidad muy alta y bastante cerca están los municipios de Mejicanos, Ilopango y Santa Tecla.
“Si bien no hay desnutrición, tampoco hay una alimentación adecuada, abunda la llamada comida chatarra y la grasa. Si no se
ataca esa situación en este momento, se pagará”, con los estragos a la salud, advirtió Beasley.
Los cambios de hábitos alimenticios es una de las sugerencias realizadas. El Ministerio de Educación (MINED) ha iniciado un programa de comida saludable en las escuelas, pero enfrenta el gran problema de que los cafetines escolares están llenos de comidas que no están en la dieta nutritiva adecuadas.
Para tratar de tener un mejor control, el MINED junto al Ministerio de Salud (MINSAL), el Fondo Solidario para la Salud (FOSALUD) y la Defensoría del Consumidor (DC) presentaron este mes la normativa Regulación de Tiendas y Cafetines Escolares Saludables, con el objetivo de proteger la salud de niños y adolescentes de la población escolar tanto pública como privada.
La idea es impulsar un plan de comida saludable que incluya, entre otras cosas, frutas y refrescos naturales, que combatan el exceso de bebidas carbonatadas o envasadas, que tienen altos contenidos de azúcar y que quedarán restringidas.
La medida deberá entrar en vigor el próximo año en todos los centros escolares del país y será la Defensoría del Consumidor la encargada de verificar que las disposiciones sean acatadas por los responsables de los cafetines.
La iniciativa responde a una emergencia, pues en el Censo de Talla y Peso del año pasado, los indicadores apuntaron que en los escolares de primer grado se encontró que un 13.6 % de niños padece de obesidad y un 17.1 % padece de sobrepeso.
Pero la desnutrición es todavía un grave problema en el país, aun con la disminución, porque unos 18,000 niños crecen con este problema. Beasley dice que son determinantes los primeros 1,000 días de vida para la mejor alimentación.
“El Salvador tiene la oportunidad de acabar con la malnutrición (desnutrición y obesidad) y alcanzar el Hambre Cero antes del 2030. Para que esto suceda, las políticas del Estado deben permanecer enfocadas en las necesidades de los más vulnerables”, aseveró Beasley.
Hambre Cero es el programa que el PMA desarrolla con los países que trabaja a nivel mundial.
Los avances, aunque se consideran significativos, marchan todavía lentos. En El Salvador solamente 11 municipios reúnen las condiciones óptimas de nutrición; es decir, tienen obesidad baja y desnutrición baja. Esta cifra es tan solo un poco más del 5 % del total de los municipios del país, que son 262.
Por contra parte, ocho municipios también están doblemente complicados y se encuentran entre los 66 que tienen mayor desnutrición y entre los 66 que tienen mayor obesidad, por lo que resultan doblemente afectados.
Uno de los objetivos de la visita de Beasley al país es concientizar sobre las instituciones públicas para que en 2021 hayan fortalecido su capacidad de administrar las políticas y programas de seguridad alimentaria. La medida, para el director ejecutivo, también debe contar con el apoyo de la empresa privada en el país, ya que es necesario incluir a todos los sectores de la sociedad.
“La medida se puede lograr si hay asocios entre todos los sectores y si además existe un espíritu grande de colaboración de los líderes del país y si también existe una fuerte respuesta para atacar la malnutrición”, detalló Beasley.
CABECERAS
AHUACHAPÁN ES LA ÚNICA CABECERA DEPARTAMENTAL QUE TIENE BAJA OBESIDAD. POR EL CONTRARIO, SAN MIGUEL, USULUTÁN, SANTA TECLA, SAN SALVADOR Y CHALATENANGO TIENEN DESNUTRICIÓN BAJA.