Educación Superior en Modalidad Semipresencial en la Politécnica
El siglo XXI nos impone grandes desafíos y nuevas oportunidades debido a la presencia de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en todas las esferas de la vida. En este sentido, el ámbito educativo está experimentando importantes cambios como consecuencia de la penetración tecnológica. Así, los tradicionales paradigmas de enseñanza y aprendizaje están siendo modificados por la integración de TIC en el currículo; es más, en plena era de la Sociedad del Conocimiento, la distribución del poder depende ahora de quien maneja más y mejor la información y, por lo tanto, la educación superior, y especialmente las universidades han entendido este nuevo escenario de profundos cambios y comenzado a ajustar sus proyectos curriculares a estudiantes con diversas necesidades y variados estilos y ritmos de aprendizaje. Es así como se han emprendido modestos y/o grandes proyectos tecnológicos, con la subsecuente necesidad de modificar la actitud y visión de los docentes hacia nuevas modalidades de enseñanza y aprendizaje, en donde la interacción y el trabajo colaborativo pasan a ser factores críticos de éxito en proyectos educativos soportados a través de plataformas de internet.
Para el Ing. Roberto Argueta Quan, rector de la casa de estudios, las nuevas tecnologías de la información y comunicación han invadido casi todos los campos del desarrollo infiriendo en estos nuevas maneras de comunicación y presentación; la educación no ha sido la excepción, las TIC están influyendo con diferentes recursos, la entrega de contenidos y por ende la formación de los profesionales. Es por esta razón que en los últimos años ha habido al menos tres modalidades de formación, presencial, mixta o semipresencial conocida como b-learning y la e-learning conocida como virtual.
Por consiguiente, la Universidad Politécnica de El Salvador forma profesionales desde hace 38 años y desde 2003 ha estado haciendo uso de la plataforma virtual CLAROLINE, con la cual se han mejorado los aspectos de comunicación entre estudiantes y docentes aún, en la modalidad presencial.
Es que según el Ing. Arqueta Quan, la universidad tiene como objetivo el cambio de paradigma de enseñanza a un formato en modalidad semipresencial, el cual es congruente con la visión institucional que nos enfoca a ser “líderes en educación semipresencial”, también con el modelo educativo orientado por los principios del constructivismo y el uso del principio de formación a distancia, que sea congruente con las modalidades flexibles que ha pregonado por años el Ministerio de Educación en niveles de educación media.
En general, a nivel de la educación superior, la introducción de tecnologías de la información y comunicación (TIC) y la modalidad semipresencial permiten establecer las siguientes diferencias y comparaciones entre del viejo paradigma (sin TIC) y nuevo paradigma (con TIC).
Por lo tanto, aunque la Universidad Politécnica declara en su modelo educativo el énfasis en la teo- Actividades académicas rígidas y con exigencia presencial.
Oferta educativa a escala local y urbana.
Disponibilidad de formación en horarios limitados o restringidos.
Libros físicos como principal fuente de información. Enfoque monodisciplinario. Enfoque centrado en la enseñanza.
Tecnología, computadoras como gasto.
ría de aprendizaje Constructivista y se enfoca en la centralidad del estudiante; posibilita en función de la naturaleza de las diferentes asignaturas la opción de adoptar y combinar otras teorías como el Conductismo, Cognitivismo y Humanismo, las cuales son aplicables a la semipresencialidad, suponiendo un enfoque ecléctico orientado a la reflexión crítica como componente esencial.
Más aún, Dodge (2001) planteó:
Actividades académicas flexibles y sin exigencia del todo presencial.
Oferta educativa a nivel local, nacional o internacional (transfronteriza).
Disponibilidad de formación a cualquier hora y al ritmo del educando.
Información disponible en línea.
Enfoque multi/inter/transdisciplinario. Enfoque centrado en el aprendizaje.
Tecnología como inversión y elemento diferenciador.
“La semipresencialidad o b-learning o (Blended Learning) involucra poner a los estudiantes en diversas situaciones en las cuales han de interactuar. Así, según diversos autores, la interacción en un ambiente de aprendizaje combinado es un importante componente del proceso cognitivo, pues incrementa la motivación, una actitud positiva hacia el aprendizaje y el aprendizaje significativo” (Entwistle & Entwistle, 1991; citados en Sutton, 1999).
Finalmente, la Ing. Carla Puente, vicerrectora académica, sostiene que es preciso indicar que, como toda propuesta curricular, una apuesta tecnológica requiere de la participación activa de los docentes, tanto en los planos metodológicos, tecnológicos como axiológicos. Por lo tanto, es todo un reto generar un cambio de mentalidad en los docentes, quienes están llamados a jugar fundamentalmente un rol de mediador entre los estudiantes, la institución y la interfaz tecnológica subyacente. Esto supone, por cierto, una revisión profunda de las decisiones sobre las metodologías de enseñanza y aprendizaje, de los sistemas de evaluación y de los planes de formación de los docentes.