TOTTENHAM PEGÓDURO
EL CUADRO INGLÉS HIZO VALER SU LOCALÍA Y GOLPEÓ AL BORUSSIA DORTMUND, QUE RESINTIÓ BAJAS.
El Tottenham Hotspur, con dos goles de Kane y uno de Son, dio ayer el primer paso hacia los octavos de final de la Liga de Campeones al derrotar con contundencia al Borussia Dortmund (3-1), rival directo por la clasificación, y aprovechó para quitarse de un plumazo el peso de jugar en Wembley.
Férreos como pocos en White Hart Lane, a los Spurs les estaba costando más de lo previsto el traslado y la adaptación a Wembley, su hogar temporal mientras se construye su nuevo estadio. El coliseo inglés, sede habitual de las fases finales de la FA Cup y de los partidos de la selección, le era esquivo a Pochettino y a sus hombres, y sólo habían ganado aquí dos de sus últimos 12 encuentros.
La Liga de Campeones le estaba también costando más de lo previsto a los del norte de Londres, y de sus pasados nueve compromisos tan solo se habían llevado el triunfo en dos (cinco derrotas y dos empates). El año pasado, además, fueron apeados a las primeras de cambio en un grupo, a priori, sencillo.
Este año la empresa se antoja más complicada, ya que los rivales no son Mónaco, Bayer Leverkusen y CSKA de Moscú, sino dos pesos pesados de la competición como Real Madrid y Borussia Dortmund y el, eso sí, asequible Apoel Nicosia.
El comienzo del partido fue arrollador, y cuando todavía había aficionados ocupando sus localidades, el marcador ya se había movido: a los 3:40 minutos Son recogió un balón largo de Kane en la izquierda, dejó sentado con una bicicleta a Papastathopoulos y fusiló a Bürki en la salida.
El Dortmund respondió pronto, con un gol de Andriy Yarmolenko, al minuto 11, pero inmediatamente los ingleses recuperaron la ventaja, cuando Harry Kane puso el 2-1 al 15'.
En la segunda mitad, el Dortmund presionó y fue golpeado cuando un gol de Aubameyang fue anulado por un fuera de juego inexistente; y, acto seguido, Kane convirtió el 3-1 al minuto 60, para sentenciar el triunfo de los ingleses.