Ayer, el novelista británico, nacido en Japón, ganó el Premio Nobel de Literatura. A su favor apuntó la fuerza emocional de sus relatos.
La Academia Sueca eligió al novelista Kazuo Ishiguro como Premio Nobel de Literatura 2017. El británico, nacido en Japón, es reconocido por títulos como “Los restos del día” y “Nunca me abandones”, relatos con fuerte carga psicológica de angustia con la que marcó diferencia.
Ishiguro comenzó su carrera literaria redactando guiones para series de televisión y pequeños relatos hasta dedicarse a escribir novelas, especialmente con temas históricos como el Japón de la posguerra, el nazismo y los momentos previos a la II Guerra Mundial.
Finalmente llegó su oportunidad, en ocasiones previas demostró que siempre ha querido que se le considere como un escritor internacional.
Tras escuchar su nombre, Kazuo admitió a la cadena BBC que este reconocimiento le hace sentir “asombrosamente halagado” y confía que ante el actual
contexto mundial, los nobeles puedan suponer “una fuerza positiva”.
Su narrativa ha sido acogida con una poca frecuente unanimidad por parte del público, la crítica y los jurados de premios, ya que todas sus obras han sido galardonadas.
En 1981 lanzó su primera novela, “Pálida luz en las colinas”, centrada en la historia de una japonesa de mediana edad que vive exiliada en Inglaterra tras el suicidio de su hija mayor. Su segunda obra, en 1986, “Un artista del mundo flotante”, en la que se relata la historia de un pintor japonés anciano enmarcado en la II Guerra Mundial.