POLICÍAS FILTRARON A MS-13 INFORMACIÓN DE OPERACIÓN JAQUE
Llamadas y seguimientos muestran que agentes de Inteligencia Policial filtraron la información sobre la investigación. Reunión de pandilleros se dio un día antes que asumiera nuevo gabinete.
Una reunión entre líderes de la pandilla MS-13, el Barrio 18 y miembros de Inteligencia Policial impactó en la investigación del caso que la Fiscalía identificó como Operación Jaque. Fuentes fiscales y documentos de seguimiento realizados por investigadores indican que el 21 de enero de 2016, durante la mañana, miembros de la “Federación”, como las autoridades llamaron al grupo de líderes en libertad de la MS-13, se reunieron con los primeros al mando del Barrio 18 en un local ubicado en la colonia Miramonte (San Salvador).
Uno de los fiscales del caso aseguró a LA PRENSA GRÁFICA que después de esa reunión empezaron a percatarse de que los líderes de la MS-13 ya conocían de la investigación que tres grupos especializados de la Fiscalía General de la República (FGR) estaban desarrollando en su contra.
El coordinador de la Unidad Antiextorsiones de la Fiscalía, Álvaro Rodríguez, confirmó que los pandilleros tuvieron contacto con agentes de inteligencia de la Policía Nacional Civil (PNC) y que luego se “empezaron a cuidar más” en las llamadas telefónicas, que ya estaban siendo intervenidas por el ministerio público.
“Qué sucedió en la reunión no pudimos saber porque no se entró. Lo que está claro es que se habían reunido con personal de Inteligencia Policial. Lo que sí también se pudo determinar es que hubo ciertas llamadas donde jefes pandilleros manifestaron que les habían avisado que tenían una investigación en su contra”, dijo Rodríguez, quien afirmó que no pudieron individualizar quiénes fueron los agentes de Inteligencia Policial que participaron en esa reunión de pandilleros.
Un fiscal del caso recordó que los agentes investigadores que se encontraban dando seguimiento a la reunión recibieron varias llamadas por parte de otros miembros de Inteligencia Policial que les ordenaban retirarse del lugar.
“Pero él (jefe del operativo) se plantó y estaban realizando un trabajo”, comentó el acusador.
Según el acta policial, el seguimiento inició en la “oficina” que tenía Marvin Adaly Quintanilla, alias “el Piwa”, en la calle Los Sisimiles. Al lugar llegaron miembros de la organización que luego se desplazaron en varios carros
hacia el Templo Evangelístico Misión de Restauración (MIRE), ubicado en la calle Los Andes y calle Atitlán de la colonia Miramonte.
Las autoridades lograron identificar a los líderes de la MS-13 que estuvieron en la reunión. Estos son: Pedro Benjamín Rivas Zelaya, alias “Snaiper”; Dany Balmore Romero García, alias “Poeta”, “Dany” o “Big Boy”; Quintanilla; José Alonso Marroquín López, alias “Ave”; y Alexánder González Leonardo, alias “el Necio”. Todos ellos estaban acompañados por otros sujetos que, según dijeron a las autoridades al ser intervenidos, daban seguridad a los líderes.
La información de seguimiento de los investigadores coincide con los hechos que los pandilleros citan en las llamadas registradas en el Centro de Intervención de Telecomunicaciones. El 20 de enero de 2016, un día antes de la reunión, “el Piwa” recibió una llamada en la que alguien le avisó que tendrían una reunión en un local cerca de Metrocentro San Salvador. Además, esa persona le dijo que estaban solicitando que no llevaran celulares a esa reunión, ya que no “no solo iría el señor”, según consta en el expediente fiscal del caso.
El día de la reunión, “el Piwa” se comunicó con Jorge Alexánder de la Cruz, alias “Cruger”, y le informó que esta vez el encuentro “no era con los cristianos, sino con los viejos”, y que esta reunión estaba siendo coordinada por Romero García, alias “Dany”.
El día de la reunión, los fiscales del caso captaron una llamada entre “Ave” y Juan Francisco Parada Morán, alias “Mongo”. “Ave” le dijo a su interlocutor que ese día se reunieron con “dos obispos” y “Wilson”. Según el pandillero, esta persona identificada únicamente como “Wilson” era de tez blanca, cabello ondulado, y se refiere a esta persona como alguien que apoyó la tregua.
LA PRENSA GRÁFICA consultó a los dos obispos que en ese entonces estaban intentando acompañar un proceso de pacificación, Martín Barahona y Medardo Gómez, pero ambos negaron que hayan participado en esa reunión.
Según “Ave”, fue “Wilson” quien intervino directamente con los agentes policiales que estaban fuera de la reunión dando seguimiento para que no detuvieran a los miembros de la seguridad. El líder de la pandilla le dijo a “Mongo” que ese día acordaron otros puntos con las autoridades.
El actual ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, y el director de la PNC, Howard Cotto, comenzaron a trabajar en esos cargos el 22 de enero de 2016, es decir, un día después de la reunión entre pandilleros y miembros de Inteligencia Policial en la que, según la Fiscalía, se filtró la información sobre la investigación de Operación Jaque.
Cotto dijo a LA PRENSA GRÁFICA que no conocía la filtración de la información sobre la Operación Jaque, y que por lo tanto esperaba que la Fiscalía le notificara de manera oficial el señalamiento hacia los agentes de inteligencia para poder tomar cartas en el asunto.
Las autoridades del actual Gabinete de Seguridad han negado rotundamente que en algún momento de su gestión hayan tenido algún tipo de acercamiento con pandilleros para negociar disminución de ilícitos a cambio de favores para la estructura criminal.
La audiencia por la Operación Jaque, en la que son procesados 40 supuestos pandilleros, inició el 25 de septiembre y está previsto que finalice la próxima semana.