Comprueban que hay buen resultado con biofertilizantes
El proyecto se ejecuta en 30 municipios distribuidos en 10 departamentos.
Con el proyecto “Biofertilizantes en cultivo de maíz, frijol y café como alternativa agroecológica para una producción sostenible en El Salvador” trabaja Fidel Ricardo Mira, un productor que reside en el cantón San Felipe, municipio de San Juan Opico, La Libertad, y que es atendido por la agencia del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal Enrique Álvarez Córdova (CENTA) en ese municipio.
Ricardo comenta que ha sido capacitado en el uso y la aplicación de micorrizas (biofertilizantes), elaboración de biofermentos (abonos foliares orgánicos), elaboración de caldos minerales como el sulfocálcico para el manejo de plagas y enfermedades, y la mineralización de suelos con las harinas de rocas; y por segundo año consecutivo recibió insumos para el establecimiento de sus parcelas.
Al referirse a la siembra del maíz, comenta que empanizó (revolvió) la semilla de maíz con la micorriza, la sembró y a los ocho días de sembrada aplicó la harina de roca a una distancia de 20 centímetros del tallo de la planta, luego lo fertilizó con un mínimo de fórmula y sulfato.
“A pesar de que la fertilización fue una saladita (colocar solo un poquito), la milpa fue excelente, no tuvo requemo y le he sacado suficiente elote para hacer atol, riguas y tamalitos, regalé bastantes elotes y todavía tengo maíz”, mencionó.
En cuanto al cultivo de frijol que sembró al relevo del maíz (a finales a agosto), después de empanizarlo con la micorriza, se está desarrollando muy bien y está muy sano. “Gracias a Dios, los insectos que le han llegado los he combatido y no le han ocasionado ninguna enfermedad”, agregó.
Según lo expresado por el agricultor, los resultados en el cultivo de maíz fueron muy buenos, y así espera que sean con la producción de frijol, el cual, por el momento, se está desarrollando muy bien.
Erasmo Gómez, extensionista del CENTA, afirma que este año se le entregó al productor 1 kilogramo de micorriza para la inoculación de la semilla de maíz, y 0.5 kilogramo para la semilla de frijol, además de 1 metro cúbico de harina de roca y semillas de maíz y frijol para siembra de una parcela, con el objetivo de “que los pequeños productores aprendan a manejar sus parcelas de maíz y frijol en forma agroecológica”.