Es relevante la necesidadde orientar, guiare identificar límites”
Save The Children trabaja con organizaciones y países en promover la disciplina positiva para la crianza de la niñez y eliminar prácticas violentas relacionadas con el castigo físico.
En la región latinoamericana se promueven adecuaciones a las legislaciones de protección infantil para armonizarlas con la Convención de los Derechos del Niño, en particular lo relacionado con prohibir el castigo físico humillante y la promoción de la disciplina positiva, iniciativa que también se realiza en El Salvador con el apoyo de la organización Save The Children, con la asesoría de su director regional de Incidencia Política para América Latina y el Caribe, Jorge Freyre.
Es un debate en el país cómo debe ser o cómo no debe ser la disciplina que se debe aplicar a los niños, ¿cuál es el análisis que hacen?
Venimos acompañando a los diferentes países con la idea de promover la defensa de los derechos de los niños y adolescentes en todos sus diferentes aspectos, siempre basados en lo que decía la Convención sobre los Derechos del Niño, que es el tratado internacional aprobado y que, de hecho, todos los países de América Latina y el Caribe han ratificado, incluso El Salvador. A partir de la convención han ido, dadas las características de este, adecuando las diferentes normativas de sus países, generando leyes positivas. Y desde Save The Children venimos trabajando en cómo prohibir el castigo físico humillante en todos sus ámbitos. En realidad la idea es promover el buen trato y la disciplina positiva, en el marco de una educación a través de la disciplina positiva que permita el desarrollo, el crecimiento y la defensa de los derechos de cada niño. Hace tres años y medio, en la región solamente tres países tenían una prohibición contra el castigo físico humillante en todos sus ámbitos y promoviendo la disciplina positiva, como el buen trato, para la educación y para guiar y orientar a los niños en la parte de la disciplina. Y luego de tres años y medio, en este momento encontramos que 10 países de América Latina ya han aprobado.
¿Cómo pueden aprender los padres a aplicar una disciplina diferente si la que conocen, o la que algunos conocieron de niños, tiene que ver con un castigo físico?
Todos hemos vivido a nivel familiar una manera de recibir la disciplina, en donde el tema de la violencia y el castigo físico humillante fueron parte de ello. Sin embargo, también somos conscientes de que quienes vivimos esa situación no necesariamente consideramos que eso ha sido lo mejor. El primer elemento a trabajar aquí es entender que algunos aspectos vinculados al tema de derechos, evidentemente, tienen que ser comprendidos desde una lógica cultural y también muy respetuosos de la cultura de cada país y los procesos que se van llevando a cabo. Es clave, primero, la comprensión de que el buen trato y que el eliminar todo tipo de violencia familiar no solo ayuda al proceso personal de un niño, sino a ir generando vínculos de paz, vínculos sin violencia que luego permiten que a nivel familiar, comunitario y educativo se expanda.
¿Cómo trabajan este cambio de disciplina, que no lo asocien con que se les está quitando autoridad a los padres?
Creo que al contrario. Hay que apoyar a los padres, hay que crear campañas, hay que crear herramientas educativas para que puedan identificar cómo llevarlo a cabo. El promover una disciplina positiva y eliminar todo tipo de castigo físico humillante en vez de disminuir la fuerza, la importancia y la capacidad de los padres en educar a sus hijos, la refuerza.
¿Cómo se identifican el castigo físico humillante y la disciplina positiva?
La ley es contra todo tipo de castigo físico humillante, toda acción que genera humillación, daño, afectación, maltrato a los niños. La disciplina positiva en esencia es la forma de llevar a cabo acciones de orientación y de guía a los niños en la comprensión de los límites necesarios para establecer una vida familiar y una vida comunitaria.