Autor del tiroteo ya había tenido líos con la ley
La matanza destruyó a una familia completa. Trump dijo que el problema no son las armas.
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BELICE GUATEMALA TEGUCIGALPA 26/16 PLL 26/16 PLL 31/18 PT
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26/19 PLL BOSTON HOUSTON l hombre que mató a 26 personas en la iglesia de una pequeña comunidad del sur de Texas estuvo enviando mensajes amenazantes a su suegra antes del tiroteo, motivado al parecer por una disputa familiar, informaron las autoridades el lunes. Los investigadores han concluido que el peor tiroteo en la historia del estado no tuvo motivos religiosos ni raciales, dijo el director de Seguridad Pública Estatal, Freeman Martin. Con base en las pruebas disponibles, las autoridades creen que Devin Patrick Kelley, de 26 años, murió por heridas autoinfligidas.
No queda clara la situación familiar de Kelley. El lunes, el jefe policial dijo que la familia de la exesposa del agresor solía acudir a los servicios en la iglesia, pero el domingo no estuvieron allí. También trascendió que Kelley había amenazado a su exsuegra con anterioridad, en diferentes mensajes de texto.
Además, una vocera de la Fuerza Aérea dijo que Kelley fue dado de baja del servicio por mala conducta, ante acusaciones de agresión contra su esposa e hijo y fue sentenciado a 12 meses de cárcel.
MURIÓ UNA FAMILIA CASI COMPLETA
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Más de una decena de niños y una mujer embarazada forman parte de la lista de 26 víctimas mortales de la matanza, perpetrada en el templo de la Primera Iglesia Bautista de la localidad de Sutherland Springs.
Annabelle Pomeroy, de 14 años e hija del pastor de 21/14 PLL 31/23 PLL
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21/15 PN 31/25 PLL WASHINGTON
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24/14 PT 17/10 PN la parroquia atacada; Frank Pomeroy fue la primera víctima del ataque confirmada por su propio padre, que estaba de viaje.
La tragedia se cebó especialmente con la familia Holcombe, que perdió a ocho de sus integrantes de tres generaciones distintas, incluida una niña de un año.
El presidente de EUA, Donald Trump, que se encuentra en el inicio de una gira de 13 días por Asia, aseguró ayer en Tokio que “la salud mental es el problema” en relación con el tiroteo, y no tiene nada que ver con la “situación de las armas” en el país.
JOHNNIE LANGENDORFF, DE 27 AÑOS; Y STEPHEN WILLEFORD, DE 57 AÑOS, PERSIGUIERON A KELLEY EN UNA AUTOPISTA HASTA QUE LLEGÓ LA POLICÍA. LANGENDORFF CONDUJO EL VEHÍCULO Y WILLEFORD INTERCAMBIÓ DISPAROS CON EL ASESINO.