GOLDEN FEST CON FUEGO MUSICAL
Tanto Juanes como Wisin calentaron la noche del domingo a su manera. El primero interpretó temas como “Fuego”, mientras que el segundo propuso un espectáculo llena de baile, luces y llamas.
Óscar González fama@laprensagrafica.com
Faltaban cinco minutos para las 12 de la noche, cuando Juanes dio por concluida su presentación en el Golden Fest. “Juanes, Juanes, Juanes”, gritaban algunos de los asistentes quienes, a pesar de las casi nueve horas que duró el festival, querían más.
El colombiano fue el encargado de cerrar la fiesta musical desarrollada en el Estadio Jorge “El Mágico” González. Él había subido al escenario a las 10:33 de la noche, para realizar un recorrido por lo mejor de su repertorio. No faltaron temas que han marcado la cerrera de Juanes, como “A Dios le pido” —con la que abrió su concierto—, “Nada valgo sin tu amor” y “Para tu amor”. Asimismo, interpretó algunas de sus nuevas propuestas de su disco “Mis planes son amarte”; “Ángel”, “El ratico” y “Fuego” fueron algunas de las canciones del álbum visual que los asistentes pudieron disfrutar.
Tras haberse despedido alrededor de las 11:30 de la noche con un “chao”, el músico volvió con tres sorpresas para los presentes. La primera fue el tema “Volverte a ver”, uno de sus temas más emblemáticos. Le siguió “Querida”, una de las canciones que catapultó a Juan Gabriel; el colombiano y el mexicano grabaron una versión del tema para el disco “Los Dúo” (2015) de “El divo de Juárez”. Para despedirse de todos, el colombiano interpretó “La luz”. Tras esto, el cantante y sus músicos hicieron una reverencia y se despidieron de todos.
Pero no solo el colombiano satisfizo al público. Antes de él, el puertorriqueño Wisin puso a bailar a todos al ritmo de temas como “Adrenalina”, “Ahora es”, "Pegao", “Vacaciones”, “Rakata”, “Mírala bien” y “Escápate conmigo”.
“¿Están calientes o fríos? Porque yo estoy caliente”, dijo el reguetonero, cuyo show estuvo cargado de un juego de luces y llamas. El artista también estuvo acompañado de bailarines y bailarinas. Pero si sus acompañantes movían el cuerpo al ritmo de su música, los asistentes hacían lo propio, solos, en pareja o en grupo. Antes de despedirse e interpretar un último tema, Wisin le pidió a todos que levantaran las manos para una fotografía.