LECTOESCRITURA
Todos los niños, cuando aprenden a leer y escribir, suelen cometer inicialmente los mismos errores en grados diferentes. Estos problemas deben ir disminuyendo rápidamente de modo que la adquisición vaya adquiriéndose cómo se espera; sin embargo, si los errores se dan con mucha frecuencia y las dificultades permanecen invariables durante un período más largo, conviene prestar atención y evaluar clínicamente qué es lo que está ocurriendo. Algunos síntomas de un posible problema de aprendizaje respecto de la lectura se manifiesta por baja velocidad lectora, paradas frecuentes, pérdida de la línea en el texto, omisiones, intercambio o adición de palabras. Si al niño se le pregunta sobre el contenido, generalmente acude al conocimiento general en lugar de la información de la lectura. En relación con la escritura, se puede observar gran cantidad de errores, textos en desuso, las palabras se pueden deletrear fraccionadas, sin mencionar errores de gramática y puntuación, escritura ilegible y tamaño inadecuado. Estos problemas en lectoescritura producen problemas en los aprendizajes dado que la aplicación de escritura y lectura se basan en los contenidos académicos; incluso afecta el aprendizaje de nuevos idiomas y en la aritmética. Sin un diagnóstico que nos diga qué ocurre, el niño se ve sometido a incomprensión, a presión inquietante para que aprenda, lo exponemos a debilitar su autoestima, a reducir su motivación, a un rechazo al aprendizaje, a sensación de fracaso, de modo que la evaluación y el tratamiento temprano es importante y de más beneficio
para el niño.