Centro educativo privado en Perquín, con 8.07 en PAES
El Centro de Desarrollo Integral AMURSHEA desarrolla un modelo de aprendizaje teórico-práctico con sus estudiantes.
“Es gratificante, siendo nuestro primer año de bachilleres. Este año también fue nuestra primera PAES. Nos enfocamos en el desarrollo socioeconómico de Morazán”. RONALD BRENNEMAN, PRESIDENTE DE FUNDACIÓN PERQUÍN
El Centro de Desarrollo Integral AMURSHEA, de Perquín, Morazán, obtuvo un promedio de 8.07 de promedio en los resultados de la Prueba de Aprendizaje y Aptitudes para Egresados de Educación Media (PAES). Es la primera vez que esta institución educativa se somete a la evaluación de bachilleres. Esta institución, un centro educativo privado sin fines de lucro, es manejada por la fundación norteamericana Perquín para el Fomento de Oportunidades Educativas, la cual está registrada en El Salvador desde 2008 y subsidia el 95% a los estudiantes.
Según el presidente de la fundación, Ronald Brenneman, el resultado es un promedio alto en la PAES y representa un gran logro en el avance académico de los estudiantes.
Asegura que los jóvenes están adquiriendo un buen desarrollo académico impartido por seis docentes que son especialistas en las materias básicas como Matemática, Lenguaje y Literatura, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales.
“Es gratificante, siendo nuestro primer año con bachilleres. Iniciamos en 2008 con parvularia y tercer grado; hemos ido avanzando un grado por año. Este año también fue nuestra primera PAES, y nosotros nos enfocamos en una educación pertinente en el entorno, enfocado en el desarrollo socioeconómico del norte de Morazán”, dijo Brenneman.
Los 78 estudiantes de parvularia hasta bachillerato con los que cuenta el centro educativo provienen de familias de muy bajos recursos económicos y de zonas muy rurales de Perquín, Arambala y Jocoaitique.
La institución educativa está ubicada en el caserío la Tejera, del cantón Casa Blanca, en Perquín.
“Nuestra visión es de que la educación tiene que ser aplicada, no solo memorizada, una educación de cabeza sino una educación que está en aplicación con la práctica. Por eso tenemos áreas para que los estudiantes aprendan de fotosíntesis, de las plantas y lo apliquen", agrego el presidente de la fundación.
Brenneman explicó que la inversión de este tipo de proyectos es de más de $300,000 anuales y nace de la idea de hacer en El Salvador escuelas no tradicionales, donde además se tiene una área productiva que está al servicio del aprendizaje para los estudiantes, en donde hay invernaderos, estanques de tilapias, producción de abonos orgánicos y un laboratorio que está para el análisis de agua solo de río, por lo que los jóvenes no se quedan con lo teórico, sino que también reciben la práctica.
El presidente de la fundación explicó que algo por lo que los alumnos se sienten contentos y hace que su motivación por el estudio sea grande es el modelo teórico-práctico que desarrollan, pues se comprometen con un modelo de trabajo que beneficia a la zona; eso se refleja en las buenas calificaciones en los exámenes y, en este caso, en la Prueba de Aprendizaje.
“Siempre estamos trabajando con docentes de la misma zona también en la parte técnica, lo que tenemos no está limitado al conocimiento del docente, sino es un sistema educativo que busca información afuera, no limitado a docentes porque los estudiantes pasan mucho tiempo investigando”, señaló Brenneman, con satisfacción por el logro.