Exembajadora dice que quitar TPS no hace más seguro a EUA
Mari Carmen Aponte sostiene que los beneficiarios del programa han hecho importantes aportes a EUA.
La exembajadora de Estados Unidos en El Salvador y actual subsecretaria de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Mari Carmen Aponte, publicó un artículo en la versión impresa de The Washington Times en el que apoya la extensión del programa de Estatus de Protección Temporal (TPS) para los salvadoreños.
El artículo, titulado “Proteger a América trabajando con el pueblo de El Salvador”, fue patrocinado por el Consejo Estadounidense de Inmigración y expresa la preocupación de Aponte sobre el futuro de los casi 200,000 salvadoreños amparados en el TPS “que han vivido y trabajado legalmente en Estados Unidos durante casi 20 años”.
Además, señala a la administración del presidente Donald Trump que terminar el TPS no hará más seguro a Estados Unidos, ya que los salvadoreños amparados con este beneficio migratorio son trabajadores y aportan a sus comunidades y que por 11 veces anteriores el Gobierno estadounidense les ha respaldado su permanencia en el país.
Aponte plantea que los salvadoreños bajo este beneficio “están trabajando arduamente para mejorar su país” y se menciona que El Salvador se enfrenta a “terribles tasas de homicidios (la más alta de América Latina) provocadas por el tráfico generalizado de drogas, la violencia de pandillas y la extrema desigualdad”.
“Si la administración Trump termina su TPS, ellos (los salvadoreños beneficiarios) podrían ser enviados de vuelta a la capital mundial del asesinato”, sentencia un destacado en el artículo de Aponte.
La diplomática también menciona que “más del 40 % de la población vive por debajo del umbral de la pobreza”.
El artículo, además, hace referencia a que los estadounidenses valoran los derechos de las personas para vivir libres de persecución y del miedo por la seguridad de sus familias.
Estados Unidos, durante la gestión de Aponte como embajadora en El Salvador, señaló que invirtió en ofrecer oportunidades para jóvenes vulnerables en comunidades problemáticas, además de entrenar policías y jueces para que apliquen la ley.
Otra de las áreas de cooperación, señala Aponte, es mejorar las oportunidades económicas. “Estos esfuerzos comienzan a ser prometedores, pero ahora la administración de Trump está lista para socavarlos. A pesar de un progreso significativo, la economía de El Salvador sigue siendo la más baja en América Central”, señala Aponte.
Además, advierte que la economía del país sencillamente no puede absorber a 200,000 personas que serán forzadas por Estados Unidos a abandonar su territorio si se elimina el TPS.
“Estos individuos no solo agobiarán a los sistemas sociales salvadoreños, sino que también desplazarán a los trabajadores actuales, lo que generará una mayor inestabilidad social y una inmigración irregular a Estados Unidos. Esta nueva ola de migrantes no podrá contribuir a nuestra economía como los titulares actuales de TPS, que están totalmente investigados y tienen permisos de trabajo”, expresa Aponte en la publicación.
La exembajadora recuerda que como diplomática nunca perdió de vista su responsabilidad de preservar los intereses de Estados Unidos. De ese modo, como alguien que “tuvo la suerte de vivir en El Salvador”, asegura que admira la “determinación” y “la capacidad de recuperación del pueblo salvadoreño”.
“La administración de Trump puede seguir honrando estos objetivos compartidos. Esto comienza preservando las conexiones que hemos construido y acordando continuar el TPS para las personas salvadoreñas que viven y trabajan legalmente en Estados Unidos”.