“Lo que pasó en el GRP merece una medida aleccionadora”
Ministro de Justicia y Seguridad reconoció que la unidad élite pasa por una etapa de depuración para investigar la desaparición de la agente Carla Ayala.
La remoción de los elementos que formaban el Grupo de Reacción Policial (GRP) de la Policía Nacional Civil (PNC) a finales de diciembre pasado es parte de una evaluación de esa unidad élite, según confirmó ayer el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Mauricio Ramírez Landaverde. El funcionario reveló que la medida es la respuesta de las autoridades por el escándalo en el interior del GRP que ocurrió el 29 de diciembre del año pasado, en la madrugada, cuando un elemento de la corporación lesionó de gravedad, y luego desapareció, a una compañera policía después de participar de una fiesta de fin de año en esa unidad élite.
“Los hechos ocurridos a finales de diciembre son de gravedad. Se requiere entonces de una medida dura y aleccionadora con el objeto de garantizar que no se repitan y con ello darle garantía al ciudadano de que una unidad tan importante de la PNC tiene personal con nivel confiable; y no solo de habilidad, sino que también de servicio al ciudadano”, dijo ayer Ramírez Landaverde.
Sin embargo, diversos sectores han criticado el trato blando de las autoridades hacia las jefaturas y los miembros del GRP después de conocer que en esa fiesta se permitió el ingreso de bebidas embriagantes para rifarlas entre los asistentes.
Uno de los miembros del GRP que consumió alcohol esa madrugada fue Juan José Castillo Arévalo, que lesionó de un disparo a la agente Carla Mayarí Ayala, quien había llegado a la fiesta como invitada. El incidente ocurrió cuando Castillo Arévalo y otros dos elementos del Grupo de Reacción Policial trasladaban a Ayala hacia Apopa.
Lo que las autoridades han revelado es que tras la agresión, Castillo Arévalo logró evadir a los dos compañeros que le acompañaban y huyó con la agente lesionada con rumbo hacia Usulután. Horas después, regresó a la sede de la unidad élite para dejar la patrulla, por lo que sus compañeros intentaron detenerlo. Sin embargo, Castillo Arévalo logró huir.
Han pasado 19 días desde entonces y la agente Ayala sigue sin aparecer.
El director de la Policía Nacional Civil, Howard Cotto, ha dicho que las pocas pistas que han logrado recabar apuntan a que “no es gente de la Policía” la que estaría ayudando a Castillo Arévalo a esconderse para evadir la justicia.
Cotto, además, anunció la suspensión de actividades del GRP mientras el hecho era investigado. Sin embargo, la semana pasada, trascendió que varios de los miembros fueron notificados de una remoción hacia otras sedes policiales.
El director policial ha negado una posible desaparición del GRP, pero tampoco ha querido confirmar una reorganización de las unidades élite de la PNC.
Ayer, el ministro Ramírez Landaverde dijo que “las unidades de intervención táctica de la Policía no van a disminuir su capacidad, por el contrario, van a incrementarse”; pero reconoció que por ahora pasan por un proceso porque “se necesitan procesos que garanticen que hechos como los ocurridos a finales de diciembre no se repitan”.
Agregó que la medida “aleccionadora” implicaba identificar y evaluar a los miembros del GRP para depurar a los que continuarían desarrollando esa función.