Pareja mantenía en cautiverio a sus 13 hijos
Algunos ya son adultos. Conocidos dijeron que la pareja sostenía que traería al mundo a cuantos hijos les diera Dios.
Las autoridades de la localidad californiana de Perris reconocieron ayer estar aún intentando comprender qué motivos pudieron llevar a David Allen Turpin y a Louise Anna Turpin a encerrar a sus 13 hijos en casa y a llegar al extremo de encadenar a tres de ellos. Los vecinos de Perris, 110 kilómetros al este de Los Ángeles, y con su alcalde, Michael Vargas, a la cabeza se han declarado devastados después de que este lunes las autoridades descubrieron los terribles sucesos que se escondían tras las paredes del domicilio de los Turpin.
En un primer registro de la vivienda, la policía pudo constatar que tres de los vástagos del matrimonio permanecían encadenados a distintos muebles, rodeados por un denso mal olor que denotaba una grave situación de insalubridad.
El segundo aspecto del caso que desató todas las alarmas entre las autoridades locales fue la clara desnutrición
que sufrían los jóvenes que, debido a la falta de alimento, fueron inicialmente identificados como menores a pesar de que sus edades oscilan entre los dos y los 29 años.
El caso de los Turpin continúa siendo un misterio a pesar de las numerosas informaciones que en las últimas horas han ido saliendo a la luz.
De acuerdo con los medios locales, David Allen Turpin trabajó durante años como ingeniero para una importante empresa de seguridad, lo que le proporcionaba un salario que alcanzaba las seis cifras.
Sin embargo, ese dinero no parecía ser suficiente para esta numerosa familia de 15 miembros que, hasta en dos ocasiones, llegó a solicitar la bancarrota.
En 2014 se instalaron en Perris, donde consiguieron una licencia que acreditaba que su domicilio servía, además, como escuela.