AUMENTA LA PRESIÓN PARA DEPORTAR A PANDILLEROS
Donald Trump dijo que cortaría la cooperación a países que no acepten el retorno de sus “asesinos” y señaló a los niños migrantes no acompañados como el combustible de la MS-13.
Frente a funcionarios locales, estatales y federales el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, presumió ayer al decir que usará como medida de coerción el aporte económico que su país da a algunas naciones para que estas acepten el retorno de migrantes afiliados a la Mara Salvatrucha 13 (MS-13).
Trump aseguró ayer que a los países que no colaboren en la remoción inmediata de pandilleros se les cortará la cooperación inmediato. El mandatario se mostró indignado al hablar de “algunos países” —no dijo cuáles— que “encima de todo” reciben “cantidades enormes de cooperación y luego no aceptan el retorno de sus asesinos (...) y, aún así” Estados Unidos les da “billones de dólares en cooperación”.
“Así que le he dicho a mi gente, que cualquiera que no acepte de regreso (a los pandilleros), inmediatamente les decimos: ‘Está bien, acabamos de ahorrarnos mucho dinero’”, dijo el presidente republicano.
El plan es regresar a los que sean identificados como pandilleros tan pronto como pongan un pie en la nación del norte. Pero en los Estados Unidos de Trump ser pandillero va desde haber cometido asesinatos, tener cuentas pendientes con la ley en otros países, tener tatuajes hasta vestir cierta ropa o hablar de una manera específica.
El gobernante añadió que, luego de esta amenaza, que según él ha sucedido en “numerosos casos”, de inmediato “comienzan a aceptarlos de regreso”. La administración Trump pidió ayer al Congreso aprobar una legislación que permita que los oficiales de Inmigración puedan deportar a los pandilleros tan pronto como lleguen a Estados Unidos. La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, se quejó de que el personal de la institución que dirige está imposibilitada de apresar y remover de forma expedita a indocumentados catalogados como pandilleros. Además, el gobernante usó la brutalidad de los crímenes cometidos por la MS-13 para exigir cambios rápidos y severos a las leyes migratorias de su país, con el objetivo de reducir riesgos.
“SU BASE ESTÁ EN EL SALVADOR”
Ayer en una reunión en la Casa Blanca con diferentes autoridades, el secretario de Justicia auxiliar interino, John Cronan, le explicó al presidente que “el lema de la pandilla es: mata, viola, controla”.
Cronan, funcionario de la División Criminal del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) le dijo al presidente en declaraciones transmitidas por la Casa Blanca que “desmantelar a la pandilla es una prioridad, (pero) como su base está en El Salvador y se dirige desde las prisiones de El Salvador, no es suficiente reforzar la seguridad en Estados Unidos. Para combatir (a la pandilla) necesitamos un refuerzo en inmigración”. Cronan dijo que “la razón” por la que la MS-13 tiene a 10,000 de sus afiliados en 40 estados y en el Washington D. C. es que “muchos” han entrado de forma ilegal al país.
“A algunos países, encima de todo, les damos cantidades enormes de cooperación y luego ellos no aceptan el retorno de sus asesinos. Así que los traemos de regreso (a Estados Unidos) y aún así les damos billones de dólares en cooperación”.
DONALD TRUMP,
PRESIDENTE DE EUA.
Trump aprovechó la ocasión para recalcar que es por esto que un muro en la frontera es una necesidad. El presidente afirmó que el sistema de inmigración actual es “una estupidez” y que ninguna otra nación del mundo tiene estas regulaciones que actualmente permiten que un inmigrante solicite asilo al llegar a la frontera.
CRIMINALIZA A LOS MENORES
La administración Trump señala que los menores no acompañados alimentan a la MS-13 y que si siguen llegando a ese país, la pandilla no podrá ser erradicada. El dirigente de Inmigración y Protección de Aduanas (ICE, en inglés) de Nueva York, Ángel Meléndez, advirtió que la MS-13 “recluta” a estos niños.
Congresistas demócratas y activistas han reclamado que la administración Trump esté “demonizando” a los inmigrantes y en específico a los menores no acompañados. El Gobierno estadounidense desea una legislación que permita deportar a estos niños si se les comprueba un nexo a la pandilla.
El Acta William Wilberforce, contra la trata de personas, establece que los menores de edad que llegan de Canadá y de México, y que cruzan la frontera solos, son retornados a sus países de origen en un lapso no mayor a 48 horas. Los niños y adolescentes que llegan solos a la frontera, pero que no son originarios de un país fronterizo, deben pasar a la custodia de servicios sociales. Miles de estos niños pertenecen al Triángulo Norte de Centroamérica.
Al ser aprehendidos por oficiales fronterizos, llegan a la custodia de un responsable legal dentro de EUA, que suele ser algún miembro de su familia. Este hecho es el que el Gobierno federal resiente y desea cambiar .
Meléndez también señaló que durante 2017 llegaron más de 21,000 hombres jóvenes, incluso menores de edad, a quienes se les había aprobado la solicitud de reasentamiento por refugio dentro de Estados Unidos. Aunque no quiso vincularlos a la pandilla, Meléndez sí expresó que estaban “justo en la edad para ser recultados por la pandilla”.