BENEFICIARIOS TPS CLAMAN POR AYUDA DE LEGISLADORES
El tiempo corre y los políticos no avanzan en una ley que proteja de la deportación a la población inmigrante que aún tiene el estatus.
La desesperación, la angustia y la incertidumbre de los beneficiarios del estatus de protección temporal (TPS, por sus siglas en inglés) claman ante el Congreso de Estados Unidos la búsqueda de una solución urgente y permanente como parte de la esperada reforma migratoria.
“Si nos tocara regresar a El Salvador, no sabríamos adónde ir. Mi madre lo dejó todo, allí no tenemos familia. Esta es nuestra familia, está aquí, esto es nuestra vida”, comentó a Efe el salvadoreño Carlos Galán, de 21 años.
El TPS es un beneficio que acoge a unas 300,000 personas de distintos países, pero al menos 190,000 son de El Salvador. El Gobierno del presidente Donald Trump en Estados Unidos anunció que no renovará más este programa para el país. El 9 de septiembre de 2019 dejará de estar vigente. Por este motivo, a partir del 9 de marzo de este año, los salvadoreños tienen 18 meses para estabilizar su situación y el primer paso para lograrlo es volver a inscribir el programa.
El joven salvadoreño no concibe la idea de volver con su madre y teme por su seguridad: “Honestamente, no sé si sobreviviría un año allí”, confesó.
La preocupación de Galán, que tiene un hermano nacido en Estados Unidos, se origina por las condiciones en las que su padre tuvo que abandonar El Salvador, ya que recibió asilo a causa de las amenazas
CIENTOS DE BENEFICIARIOS DEL TPS CONCLUYERON AYER UNA SERIE DE JORNADAS EN LAS QUE HAN INSTADO AL CONGRESO A NO DEJAR EN EL OLVIDO A MÁS DE 300,000 AMPARADOS POR ESTE PROGRAMA EN LAS ACTUALES NEGOCIACIONES.
de muerte que recibía ejerciendo como Policía. Por su parte, Reina Soto, también salvadoreña y beneficiaria del TPS, enfatizó que no han llegado a territorio estadounidense “como delincuentes”, sino que migraron “para tener una mejor vida, para ayudar a nuestras familias”, y reclamó al Poder Legislativo y Ejecutivo que lo consideren. Soto destacó la incapacidad de los países emisores para acoger de vuelta a los beneficiarios del estatus, que se vieran forzados a volver a su lugar de nacimiento: “No lo estaban cuando nos fuimos y mucho menos ahora”, reclamó Soto. Ayer, unas 100 personas se manifestaron frente al Capitolio para pedir a los congresistas que les ayuden a buscar una alternativa estable para quedarse en EUA.