UNO MÁS A LA CUENTA
ALIANZA AMPLIÓ SU INVICTO (35 JUEGOS) AL EMPATAR AYER ANTE CHALATE.
En un partido de mucho brillo, el Chalatenango y el Alianza empataron anoche 1-1 en el estadio Gregorio Martínez. Un marcador justo por la disposición de los dos equipos en la búsqueda del triunfo. Fue un partido bien jugado, de buen control de balón de ambos, mucha movilidad y atrevimiento en ataque. Los albos se pararon con un equipo con variantes por sanción, pero fueron consistentes, supieron conectarse y anotar en el momento justo, mientras la casa no bajó los brazos hasta encontrar el gol del empate en la recta final del duelo.
El partido comenzó con buen pie. En menos de cinco minutos, los chalatecos cobraron dos tiros de esquina en claro reflejo de su intensidad, mientras que los albos fueron liderados por Herbert Sosa como guía de las llegadas por los costados y por el centro del campo.
Al 15’, el Chalatenango cobró su tercer tiro de esquina y el volante Henry Reyes intentó sorprender con el tiro a marco directo que sobre la línea de gol despejó Rubén Marroquín. En la siguiente bajada de los albos, el portero Ismael Valladares desvió de puños el centro enviado por Sosa.
Al 27’, Érick Molina disparó arriba del travesaño tras un tiro de esquina; un minuto después, Bladimir Díaz entró al área a pura fuerza y, tras ganar espacio, mandó un toque casi cayéndose que Víctor García desvió al tiro de esquina.
Tenemos que corregir algunas cosas, pero tampoco desmeritaremos lo hecho por el Chalatenango”. JORGE RODRÍGUEZ, entrenador de Alianza
Pero en una bajada de los blancos el local se descuidó y lo pagó caro. Al 30’, Óscar Cerén quedó con vía libre por la derecha y remató con furia, Valladares atajó pero el rebote no pudo ser despejado y quedó de nuevo para que el volante albo rematara con destino a la red.
El tanto cayó cuando los alacranes daban señales de vida en ataque. Empero, el golpe recibido los obligó a resignarse a terminar en desventaja el primer tiempo. Bladimir Díaz le puso dramatismo a la última jugada, al meter el pie al centro enviado desde la derecha, pero el toque se fue desviado.
Tras el descanso, el duelo fue parejo en llegadas y posesión del balón. Al 57’, Juan Carlos Portillo recibió pase de Sosa y remató con fuerza a quemarropa, pero Valladares atajó acertado.
Al 61’, la locura se desató en el Gregorio Martínez, cuando Wilmar Hernández puso el empate tras una jugada llena de rebotes en el área blanca.
Con el tanto, la chispa se volvió llama, la casa generó más al frente y llevó peligro con insistencia el arco de los albos, cuyo último chance fue al 87’, cuando Guerreño remató dentro del área pero se fue cerca del poste izquierdo. Fue un cierre de infarto, de muchas llegadas pero con empate al final.