CANONIZACIÓN DE ROMERO PARA OCTUBRE O ENERO
Fuentes del Vaticano y de la Iglesia católica salvadoreña dejan ver que podría haber una canonización conjunta de Romero y Pablo VI. La otra posibilidad sería en la Jornada Mundial de la Juventud.
¿Octubre o enero? Las fechas para la canonización del beato Óscar Romero son motivo de discusión en la Iglesia católica y de especulación entre los fieles salvadoreños. Mientras unas fuentes se inclinan por el décimo mes del año, en una ceremonia conjunta con el papa Pablo VI, en el Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes en el Vaticano, otros apuestan por la víspera de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), en enero de 2019, en Panamá.
Tres días están considerados en octubre: 14,21 y 28; una de ellas podría ser definitiva para Giovanni Battista Montini (Pablo VI), pero tampoco se descarta a Romero en estas, solo que la Iglesia católica salvadoreña sostiene firme su petición de que sea en el país. De ahí surge la posibilidad de que se realice antes o durante la JMJ.
El miércoles, el cardenal Gregorio Rosa Chávez dejó entrever la posibilidad de que sea en octubre, no quiso confirmarlo como la primera opción, y agregó que el deseo de ellos es El Salvador. El mismo día, el arzobispo José Luis Escobar dijo que no hay fecha precisa y que era una decisión única del papa Francisco.
La Iglesia salvadoreña siempre ha manejado el contexto de la canonización como una oportunidad para la paz y la reconciliación en el país, azotado por la violencia y arrastrado por una ola de polarización e inestabilidad social y económica. “Creo que Dios nos da una oportunidad para que el país se vaya reconciliando en todos los sectores”, dijo el cardenal Rosa Chávez, y el canciller del arzobispado Rafael Urrutia agregó: “Pedimos a Dios que, por intercesión de quien será llamado san Óscar Romero, nos conceda la gracia de alcanzar la paz social que tanto necesitamos”.
Cualquiera de las dos opciones la confirmará Francisco la primera quincena de mayo, durante el consistorio de cardenales en el Vaticano.
La opción de que sea una ceremonia conjunta no se descarta ni en Roma ni en El Salvador. Rosa
Chávez dijo durante una homilía el miércoles en la capilla Divina Providencia, lugar donde fue asesinado Romero el 24 de marzo de 1980, que la relación entre Montini y Romero era como la de un maestro y discípulo.
El mismo beato se definió en más de una ocasión como seguidor del papa y su pensamiento religioso: “Es el mismo que el de Pablo VI, definido en la exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi”, diría durante una entrevista. La encíclica reconoce la necesidad de los pueblos de Latinoamérica de superar sus precarias situaciones económicas, sociales y políticas.
“Pueblos (dice Evangelii Nuntiandi) empeñados con todas sus energías en el esfuerzo y en la lucha por superar todo aquello que los condena a quedar al margen de la vida: hambre, enfermedades crónicas, analfabetismo, depauperación, injusticia en las relaciones internacionales y, especialmente, en los intercambios comerciales, situaciones de neocolonialismo económico y cultural, a veces tan cruel como el político”. Pero Pablo VI también reconocía en esta publicación la necesidad de una reconversión interna y una vida más radical con el evangelio de Jesucristo, así como llevar este a todas las comunidades; ambas cosas las predicó Romero.
UNA SOLA CEREMONIA
La idea de una canonización conjunta no le disgusta a Roma; por el contrario, le atrae en el sentido de unir dos ejemplos de vida que la Iglesia universal necesita en la actualidad, sobre todo para las nuevas generaciones.
Maestro y discípulo, para el Vaticano es la oportunidad de presentar una filosofía: “Otra iglesia es necesaria. Otra iglesia es posible”, precisamente la que también es pregonada por el papa Francisco.
En un análisis sobre las posibilidades de canonización de Pablo VI y el beato Romero, y de su similitud de doctrina, el periódico italiano Avvenire consigna acerca del apostolado de ambos y la vigencia que mantienen.
“Un vínculo en el signo de los tiempos, tiempos en los que el indeleble testimonio cristiano conjunto del ‘papa del diálogo’ que llevó a la realización del Concilio y el obispo mártir, el primer gran testigo de la Iglesia del Concilio, sanciona una trayectoria eclesial desde la cual no puede retroceder y es más que nunca de actualidad estricta”.
La conjunción de ideas no significa que ya haya una intención preestablecida para realizar una sola ceremonia; por el contrario, el periódico afirma que en el consistorio de mayo ambos serán confirmados como santos pero las canonizaciones podrían ser por separado, para Pablo VI en octubre y para el beato Romero en enero, pero aun así representan una puesta en práctica del deseo de Francisco por una nueva evangelización.
La Iglesia salvadoreña no tuerce el brazo y sigue con su vigente deseo de que el acto se realice en suelo salvadoreño. “Es el obispo de los pobres y consideramos que los pobres salvadoreños tienen que estar con él ese día”, dijo el arzobispo José Luis Escobar el miércoles al anunciar la noticia.
Pero no da como hecho la petición realizada al papa. Escobar dijo que, de ser el acto en el Vaticano, se realizaría un transmisión en vivo para que de manera masiva la gente se reúna en el país.
“Un vínculo en el signo de los tiempos, tiempos en los que el indeleble testimonio cristiano conjunto del ‘papa del diálogo’ que llevó a la realización del Concilio y el obispo mártir, el primer gran testigo de la Iglesia del Concilio”.
AVVENIRE, PERIÓDICO ITALIANO