Señales de que su cuerpo le pide más agua aunque no tenga sed
¿Podríamos identificar una deshidratación a partir de síntomas que no tienen nada que ver con el hecho de beber agua?
El organismo es sabio y lanza alertas de todo tipo para que bebamos más agua, incluso cuando no tenemos sed, que debería ser el primer aviso.
Es mucho más que una cuestión de sed: atender a las siguientes señales nos permitirá regular nuestra hidratación a tiempo.
ESTREÑIMIENTO
Lo habitual en adultos con una dieta occidental es la evacuación intestinal, como mínimo, tres veces por semana. Una frecuencia inferior indicaría estreñimiento y es momento de aumentar el número de vasos de agua al día, a ser posible mineralizada magnésica, que tiene un ligero efecto laxante.
La investigación Deshidratación leve: ¿factor de riesgo de estreñimiento?, publicada por el European Journal of Clinical Nutrition, advierte que la escasa ingesta de agua o la pérdida excesiva de líquidos y electrolitos en adultos y ancianos -ya sea por la sudoración en verano, vómitos o enfermedad renal- reducen el agua contenida en las heces y, por tanto, provocan estreñimiento. Si este continúa, se puede acudir a una farmacia para una solución rápida y eficaz para aliviarlo.
PIEL SIN ELASTICIDAD
La elasticidad de la piel es un indicador para saber si nos falta agua en el or- ganismo. No importa cuánta crema hidratante nos echemos, la piel sigue siendo un marcador silencioso de la deshidratación, que puede verse agravada por la sudoración excesiva, vómitos o diarrea. La pérdida de líquido del 5 % de la masa corporal se considera una deshidratación leve, y del 15 % es grave. Para comprobar la turgencia cutánea, podemos pellizcarnos en la frente, entre las cejas, o en el dorso de la mano, entre el pulgar y el dedo índice. La piel regresará lentamente a su estado habitual o se quedará pellizcada si presentamos cierto grado de deshidratación.
INFECCIONES EN LA ORINA
Eliminamos las bacterias presentes en el tracto urinario a través de la orina y dependiendo de la frecuencia de micción estaremos limpiando ese sistema o no. Por eso, ir solo una o dos veces al día al baño a liberar líquidos es demasiado poco. Varios estudios siguen investigando la influencia de la deshidratación en las infecciones de orina e incluso en la formación de dolorosas piedras en el riñón. Los ancianos suelen ser más susceptibles a la deshidratación y, por tanto, se exponen más a este tipo de crecimiento bacteriano en el tracto urinario. En estos casos conviene vigilar que las personas mayores se hidraten frecuentemente.
EN TORNO AL 60 % DEL CUERPO DE LOS HOMBRES Y EL 50 % DE LAS MUJERES ES AGUA, UNA MOLÉCULA QUE INTERVIENE EN NUMEROSAS REACCIONES BIOQUÍMICAS NECESARIAS PARA EL BUEN FUNCIONAMIENTO DEL ORGANISMO, COMO LA ABSORCIÓN DE NUTRIENTES.