JOAQUÍN SABINA
AL CONCIERTO
Joaquín Sabina vino a El Salvador como parte de su gira promocional del disco “Lo niego todo”. Pero el cantautor no negó nada a sus fanáticos en el anfiteatro del Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO) el sábado en la noche. Todo comenzó a las 8:44 de la noche, cuando el talento nacional Juan Mejía, acompañado de Javier Gómez e Iván Demetrio, compartió su música en el escenario, para abrir el show.
Eran las 9:19 cuando sonó la versión orquestal de “Y nos dieron las diez”. Minutos después fueron recibidos con aplausos y gritos los músicos que acompañan a Sabina, quien entró con una guitarra, un saco morado y un sombrero negro.
Tras saludar a los asistentes, llegó a su micrófono para interpretar “Cuando era más joven”. Luego tomó asiento y se quitó el saco. “Lo niego todo” fue el tema con el que continuó.
“Buenas noches y gracias, salvadoreñas y salvadoreños”, dijo el español, quien recordó que “estuvo a un pelo” de no celebrar la gira por problemas de salud y otros imprevistos. “Sé que quieren escuchar las viejas. Serán dos partes. En la primera serán piadosos y hospitalarios y se van a tragar unas nuevas. Luego les cantaremos las que quieran”, expresó. Tras esto cantó “Quien más, quien menos” y “No tan deprisa”.
Uno de los momentos más simbólicos de la noche fue cuando Sabina dijo que, además de los asistentes, en El Salvador tiene tres “amigos”. “Son amigos porque los admiro. Dos ya fallecieron: Monseñor Romero y Roque Dalton. El otro está vivo. Es el ‘Mágico’ González”, dijo y sus palabras fueron aplaudidas. Tras esto interpretó “Lágrimas de mármol”, a la que siguió “Sin pena ni gloria”.
Sabina recordó sus inicios en la música, cuando cantaba temas de Serrat y José Alfredo Jiménez. O temas como “Son tus perjúmenes, mujer”.
El repertorio continuó con canciones como “Las noches domingo acaban mal”, “Donde habita el olvido”, “Una canción para la Magdalena” y “Por el bulevard de los sueños rotos”.
Alrededor de las 11:30 de la noche, tras interpretar “Princesa”, los artistas se retiraron del escenario.
“Estoy en casa, el escenario. Esta (sus músicos) es mi familia. Muchos tienen hasta 35 años conmigo”. JOAQUÍN SABINA,
“No tengo palabras para decir lo que siento cuando canta Sabina. Su música toca el alma”. CRISTINA BARAHONA, ASISTENTE AL CONCIERTO