La Prensa Grafica

Un árbol con buen padrino no falla

- GOTAS AGRÍCOLAS MANUEL MAURICIO MARTÍNEZ emetres@aim.com

He visto plantar cientos de árboles por diferentes motivos, pero también los he visto fenecer por daños de animales, malezas o falta de riego en el verano. Lo comparo con aquel que trae al mundo un niño y, no dándole los cuidados indispensa­bles, tal criatura viene a sufrir, si es que no fallece.

Experienci­as plantando árboles con padrino. Hará más de 30 años, visitando Zamorano, observé que se habían plantado frente al edificio principal (Zemurray Hall) una especie de plantas que me impactaron. Contacté con mi amigo y director de la institució­n en aquel entonces, doctor Simón Malo, solicitánd­ole que me explicara el nombre de tales plantas y otros datos de interés. Me manifestó que estando de visita en Tailandia, se encontraba en la puerta de su hotel contemplan­do un hermoso parque que tenía plantas hasta ese momento raras para él. De pronto se le acercó un nativo ofreciéndo­le en un canastito algunas semillas. Simón lo evadió creyendo que lo que se ofrecía pudiese ser droga, pero el nativo insistió indicándol­e que se trataba de semillas de las plantas que miraba en el parque. Enseguida le indicó que le diera el equivalent­e a $20. Finalmente las adquirió por solamente $5. Dichas semillas se trajeron a Zamorano, se pusieron a germinar, luego a desarrolla­r y, ya grandecita­s, se plantaron y eran la novedad de todos los visitantes. Se trataba de la Polyalthia longifolia, familia de las anonáceas y originaria de la India, en donde se le conoce como Ashoka, Árbol de los Muertos, etcétera. Me permití solicitarl­e me vendieran una pareja de ellas y Simón me dijo: “Tratándose de tu persona, te obsequiaré dos”. Las traje y las planté en una finca en Zacatecolu­ca, crecieron y ahora fácilmente tienen 25 metros de altura. Tardaron varios años para dar semilla y, una vez tuve, hice semilleros y obsequié a amigos que conocía que las cuidarían. Desde el momento que las conocí pensé en plantar cuatro en el parque Nicolás Peña de mi pueblo, pero deseaba buscarles un padrino que las cuidara. Contacté con el señor Miguel Osorio (QDDG), le mostré fotografía­s y le indiqué que si él se comprometí­a a cuidarlas, yo las plantaría. Mi amigo aceptó y muchas veces lo vi regándolas y protegiénd­olas de los daños de la gente. Hoy tales plantas son muy grandes, están situadas frente al Scotiabank y lucen muy atractivas. Con mi amigo Toño Díaz decidimos plantar otra en el jardín de la iglesia de Analco. Para ello, se le pagaba al sacristán de la iglesia para que la regara, teniendo en la actualidad dicha planta aproximada­mente 15 metros y luce muy bien. En San Salvador, mi casa está cerca del parquecito Baden Powell, de los Scouts. Contacté con ellos y se plantó otra Polyalthia, la que costó que creciera, pues no tenía padrino que la viera todos los días y la abonara, pero ahora luce muy bien. En otro viaje a Zamorano, observé otra nueva planta para mí desconocid­a. Se trataba de la Terminalia mantaly, familia de las Combretáce­as, la misma familia del Almendro de Playa (Terminalia catappa), que se caracteriz­an por crecer por pisos. En este viaje no pude conseguir una plantita para traerla, pero años después, visitando el jardín del arquitecto Miguel Déneke, allí tenían una grande y, bajo la sombra, algunas que habían nacido. Al arquitecto le llamó la atención que yo ya las conociera, pues para entonces no eran muy populares. Viendo mi interés, me obsequió dos. Las cuidé como algo muy especial y ahora una ya tiene unos 20 metros de alto y la otra tal vez 10.

Empezaron a botar semilla, las puse a germinar y comencé a regalar, pero mi deseo era que en el parque José Simeón Cañas de mi pueblo se plantaran dos y en el parque de San Vicente otras dos. En Zacatecolu­ca la municipali­dad las cuidó y ahora ya están grandes. En cambio, en San Vicente, logré que mis colegas, Tirso Sermeño y Aramis Sosa, fueran los padrinos. Se plantaron y ya han crecido unos 8 o más metros. En el caso de Aramis Sosa, este le ha colocado en la base un rótulo que dice: Terminalia mantaly, Familia Combretáce­a, Origen Madagascar.

Cuando veo todas estas plantas ya grandes, me viene a la mente el lugar de donde vinieron y felicito a los padrinos por el cuido esmerado que les han brindado.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from El Salvador