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En un año preelectoral y sobre todo cuando vamos a una presidencial, la tentación de aprobar medidas que puedan rayar con el populismo puede estar presente. Entonces desde los centros de pensamientos, desde las organizaciones de la sociedad civil hay que cuidar mucho que el comportamiento de los partidos no vaya a prestarse a este tipo de iniciativas. Por otra parte, puede existir leyes que el Ejecutivo pida se aprueben y que sean legislaciones que sí van a beneficiar a los ciudadanos y que se alejan del populismo y que, entonces, deben tener el respaldo de todas las fuerzas legislativas del partido, incluyendo al principal partido de oposición, ARENA. Entonces hay que distinguir (alianzas) entre aquellas medidas populistas, electorales, que pueden complicar aún más el estado de las finanzas públicas, que aquellas otras que aunque estemos en año preelectoral, benefician el interés colectivo y por tanto deberían tener respaldo.
Sin duda que el esfuerzo para construir alianzas y coaliciones tendrá que hacerse con más precisión y con más paciencia de parte del presidente, del Ejecutivo y del partido de gobierno... Lo ideal en un sistema político como el nuestro, o en cualquier sistema donde los consensos son los que deben privar, pues ojalá que el FMLN sea tomado en cuenta para decisiones de mayoría calificada, sobre todo cuando se trata de elecciones de funcionarios de segundo grado, y que se necesita que los magistrados que lleguen a la Corte Suprema de Justicia, a la Fiscalía General de la República, lleguen con una legitimidad indiscutible. Ahora bien, si, lamentablemente, no hay consenso porque lo que se quiere es elegir a alguien que no reúne el perfil que la Constitución establece, insisto en que ojalá el consenso sea elegir gente independiente y que reúna el perfil, porque de lo contrario dejar por fuera a un partido que quiera elegir gente que no cumple con ese perfil, no puede ser mal visto por la población.
“Pero con la nueva configuración legislativa, y en un año preelectoral, esta capacidad de construir coaliciones sin duda que se puede modificar. Al presidente (de la república) le supondrá un esfuerzo mucho mayor que en años anteriores para la construcción de consensos”.
Indistintamente si es de izquierda o de derecha el próximo presidente lo que se necesita es una Asamblea con grupos parlamentarios responsables, que aprueben legislaciones que al final beneficien a la gente.
Más que el número de miembros de la junta directiva es el tipo de decisiones y la forma en que la junta directiva administre este Órgano de Estado. Se trata de decisiones no solo administrativas para hacer más eficiente el uso de los recursos, porque les corresponde administrar el presupuesto del Órgano Legislativo, sino que también hablamos de una junta directiva que debe lograr mayores consensos para que en las agendas que se vayan discutiendo plenaria tras plenaria, se incluyan proyectos de ley o modificaciones a leyes existentes que incentiven la economía, generen empleo, contribuyan a reducir el enorme problema de inseguridad pública que tenemos, y por otro lado logren acuerdo en el tema de la deuda pública del país.
Es importante que quien presida la Asamblea Legislativa tenga la capacidad de generar armonía, de permitir plena libertad de expresión en la Asamblea y de hacer que la agenda incluya temas importantes, sobre todo ahora que vamos a un período preelectoral, independientemente exista un presidente para los tres años o haya un acuerdo en el que los tres partidos más votado puedan ser los que dirijan un año cada uno. Yo aconsejaría que mejor ratifique o que confirme la propuesta que discutió durante la campaña, y de los temas que abanderará y que los trate de impulsar construyendo consensos con los demás grupos parlamentarios. Que esté o no en la junta directiva eso debe pasar a segunda prioridad. LUIS MARIO RODRÍGUEZ Cargo Director del departamento de Estudios Políticos de FUSADES
Trayectoria Ex secretario jurídico de la Presidencia de la República.